Erling Haaland y Kim Kardashian provocaron una ola de comentarios en redes sociales tras aparecer juntos en un lujoso evento organizado por la marca Dolce & Gabbana, donde el delantero noruego se robó todas las miradas al llevar un pijama de más de un millón de euros durante las horas previas.
Más allá de la vestimenta del Androide, lo que realmente preocupó a los hinchas del Manchester City fue la “maldición” que arrastra la reconocida modelo estadounidense, quien fue apuntada por los aficionados del Arsenal durante la temporada pasada por un caso parecido.
Y es que Kim Kardashian asistió al Emirates Stadium en marzo de este año para ver los octavos de final de la Europa League entre los Gunners contra el Sporting de Lisboa, donde los ingleses quedaron eliminados en la tanda de penales, y horas más tarde realizó una videollamada con una de las máximas figuras del cuadro londinense: Bukayo Saka.
Según los propios hinchas del Arsenal, la modelo estadounidense les trajo mala suerte e influyó indirectamente para que perdieran el título de la Premier League en las últimas fechas.
El PSG también sufrió la “maldición” de Kim Kardashian
Lo que sucedió entre entre Kim Kardashian y los Gunners pudo haber sido una simple coincidencia. Sin embargo, el PSG también vivió un episodio en particular con la influencer y empresaria, que el pasado mes de marzo fue al Parque de los Príncipes y el conjunto parisino perdió en condición de local por la Ligue 1 después de casi dos años.
Ahora los más preocupados son los hinchas del Manchester City, que esperan que la “maldición” de la modelo no les afecte y puedan seguir conquistando los torneos más importantes de Europa, tal como lo hicieron esta temporada de la mano de Erling Haaland, aunque aún hay aficionados que se preparan para lo peor.
“Dios mío, Kim Kardashian habló con Haaland, ahora nos quedaremos sin trofeo la próxima temporada” y “La maldición de Kardashian va a golpear a lo grande”, fueron algunos de los comentarios que se dieron en redes sociales, mientras los fanáticos del Arsenal sonríen al liberarse de la supuesta mala suerte.
