"Tár" es el título de la recién estrenada película de Todd Field que tiene seis nominaciones en los premios Oscar, incluidas las de mejor película, mejor dirección, mejor guion y, desde luego, mejor actriz.
Cate Blanchett encarna a la ficticia directora de orquesta y compositora Lydia Tár, primera directora de una importante orquesta alemana. Tár parece en la cima de su carrera: prepara el lanzamiento de un libro y la muy esperada dirección en vivo de la Quinta Sinfonía de Mahler. Sin embargo, conforme se acerca el estreno, su vida da un giro y comienza a desmoronarse sin posibilidad de retorno.
El ego desmesurado y el quebrantamiento de sus propias reglas terminan por cobrarle factura en esta historia sobre el ejercicio desmedido del poder y su impacto en una sociedad actual que encumbra y sataniza con la rapidez de un clic.
“Este guion fue escrito para una artista: Cate Blanchett", dijo Todd Field en declaraciones compartidas por Universal Studios. "Si ella hubiera dicho que no, la película nunca habría visto la luz".
Quien interpretara al pianista Nick Nightingale en "Eyes Wide Shut" añadió: "Esto no sorprenderá a los cinéfilos, aficionados o no. Después de todo, ella es una maestra suprema. Aun así, mientras hacíamos la película, la habilidad sobrehumana y la verosimilitud de Cate era algo realmente asombroso de contemplar. Ella superó todas las expectativas. El privilegio de colaborar con una artista de este calibre es algo imposible de describir adecuadamente. En todos los sentidos posibles, esta es la película de Cate”.
Y vaya que lo es. Cate Blanchett ha ganado en la mayoría de premiaciones de críticos estadounidenses en las que ha estado nominada por este papel. Pero no solo eso. Ya ganó el Globo de Oro, el Bafta y, el más prestigioso de todos estos premios, la Copa Volpi a la mejor actriz en el pasado Festival de Venecia. Su actuación, que refleja la caída de un personaje que se considera intocable al más puro estilo mee too, es tan convincente que se duda del carácter ficticio de su personaje.
“Llevaba mucho tiempo pensando en un personaje que se comprometió en su infancia a autoeducarse para perseguir un sueño y una vez que lo ha conseguido, el sueño se convierte en una pesadilla”, dijo Field.
“Aunque alguna vez Tár vivió una vida dedicada al arte, ahora se encuentra dirigiendo una institución que deja al descubierto sus propias debilidades y devociones, convenciendo a los demás de seguir sus reglas solo para violarlas ella misma, con una aparente falta de conciencia en sí misma. Pero, como diría Janet Malcolm, ‘ser consciente de tu falta, no te libera de la responsabilidad’”.