Aseguran que la reina Isabel II armó un escándalo monumental cuando se enteró que su nieto, el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle nombraron a su hija como Lilibet.
Tras el fallecimiento de la monarca, su biógrafo, Robert Hardman confirmó que se encontraba “más enfadada que nunca” cuando su nieto le confirmó a la familia que iba a ocupar su apoda para nombrar a su hija.
Y es que Lilibet es como la llamaban en su círculo de confianza. Es por eso, que el príncipe decidió honrarla en vida con este nombre. Según contó Harry él había hablado con su abuela para preguntarle su parecer, y ella supuestamente habría aceptado gustosa.
La reina Isabel II y su conflicto con el príncipe Harry
Esta situación habría tenido entre las cuerdas a la fallecida monarca y es que según el biógrafo, la figura real no pudo decirle que no ante la petición de su nieto.
Sin embargo, otros señalaron que el príncipe Harry jamás le pidió permiso y eso habría generado la molestia en la familia real por la importancia del nombre.
“El Duque habló con su familia antes del anuncio y, de hecho, fue su abuela con la primera que charló”, señalaron desde la casa real en ese tiempo.
Lilibet Diana nació el 4 de junio del 2021, la pequeña hija de Harry y Meghan, fue llamada así por su abuela y la princesa Diana, todo esto como tributo. Sin embargo, el duque jamás pensó que causaría tanta molestia en su familia.
Se dice que la reina Isabel no podía pronunciar su nombre como tal, por ende, su padre decidió imitar su balbuceo “Lili” para luego radicar en Lilibet como un apodo de cariño e íntimo.