La princesa Charlène y Nicole Coste protagonizaron una incómoda coincidencia en el Gran Premio de Mónaco, una de las citas obligadas para la familia real. Este domingo, los príncipes presidieron la entrega de la carrera en el principado con una Charlene presumiendo de su nuevo color de pelo y con gran parte de la familia Grimaldi disfrutando de la jornada automovilística junto a ellos.
Con lo que nadie contaba es que Nicole Coste fue la invitada inesperada, principalmente porque, al igual que la princesa, ella evita cualquier encuentro con su archienemiga. Su relación no es la mejor, incluso Coste no ha dudado en hablar públicamente de la sudafricana bastante mal. De ahí que el hecho de que compartieran jornada deportiva y contexto llame la atención. La ex de Alberto de Mónaco siempre destaca su presenia en los actos sociales del principado, pero nunca lo había hecho en uno en donde estuviera la princesa hasta ahora.
En esta ocasión evitaron a toda costa la fotografía juntas, pues Charlène estuvo prácticamente todo el tiempo en el palco, mientras Nicole Coste se paseó por boxes con tranquilidad. Dos formas diferentes de vivir el Gran Premio de Mónaco Fórmula 1, sin la intención de coincidir y mandar un mensaje de reconciliación entre ellas.
Charlene y Nicole Coste: una guerra inacabada
Quizá la presencia de Nicole Coste no habría resultado tan llamativa en este Gran Premio de Fórmula 1 si no hubiera sido por los continuos dimes y diretes que tuvieron a través de los medios de comunicación. La exazafata esperó a que su hijo Alexandre cumpliera los 18 años para presentarlo oficialmente en la portada de una revista.
En esa publicación Nicole Coste aprovechó para despotricar contra la princesa, a quien acusó de haber instalado a su hijo en el ala de empleados del Palacio de Grimaldi, durante la ausencia del príncipe. Unas palabras que además llegaban coincidiendo con la estancia de ella en Sudáfrica por su enfermedad.