Una de las integrantes de la Familia Real Británica más queridas sin duda fue Lady Di, pues siempre se mostro diferente a los demás integrantes en cuanto a su cercanía con su pueblo y rompiendo algunos protocolos en cuanto a la educación de sus hijos, por lo que cuando el príncipe William entregó su anillo de compromiso con Kate Middleton causó sensación y nostalgia, ahora 12 años después, ante el público de Merthyr Tydfil, reveló que la princesa de Gales nunca había tenido que ajustar el anillo.
Cabe señalar que no hay anillo de compromiso más famoso en el mundo que aquel que el príncipe William entregó a Kate Middleton antes de su boda en 2011.
“Es el anillo de compromiso de mi madre, así que, por supuesto, es muy especial para mí”, explicó William cuando el periodista Tom Bradby le preguntó por qué había elegido el anillo de Diana, Princesa de Gales, para la pedida de mano.
“Como ahora Kate también es muy especial para mí, era justo que los dos estuvieran juntos. Era mi forma de asegurarme de que mi madre no se perdía el día de hoy y la emoción y el hecho de que vamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos", aseguró.
Aunque la princesa de Gales, nunca antes había hecho comentarios sobre su anillo, esta semana rompió con la tradición durante un paseo real en vísperas de su 12º aniversario de boda, el 29 de abril, reveló que nunca había tenido que ajustar el anillo: “Es exactamente de la misma talla, es muy especial. Es un honor poder llevarlo”.
El anillo de Lady Di
La princesa Diana eligió su anillo de compromiso de entre una bandeja de diamantes y zafiros que el joyero real Garrard le regaló en el castillo de Windsor en 1981. La futura esposa, de 19 años, se decidió por el anillo más grande que le ofrecían: un zafiro de Sri Lanka de 12 quilates rodeado de 18 diamantes y engastado en una banda de oro de 18 quilates, que costaba 28.500 libras, mismo que presumió después, cuando apareció junto al Príncipe Carlos para anunciar formalmente su compromiso, Diana lució un traje de Cojana que había sacado del perchero de Harrods durante un viaje de compras con su madre, y cuyo tono azul real resaltaba el color de la piedra elegida.
La compra de un anillo del catálogo de Garrard se consideró inusual en aquel momento, dado que la mayoría de los anillos de compromiso de la realeza han sido históricamente hechos a medida. Por ejemplo, el Príncipe Felipe mandó hacer el anillo de la Reina Isabel II con diamantes de una tiara que perteneció a su madre, la Princesa Alicia de Grecia.
Por otro lado, aunque el diseño de Diana podía ser adquirido por cualquier persona, según Garrard se inspiró en la realeza, concretamente en un broche que el príncipe Alberto había creado para la reina Victoria antes de su boda y que ella lució el día de su enlace como su “algo azul”.
Aunque su anillo convirtió a los zafiros en la piedra preferida de una generación de novias, Diana admitiría más tarde que tenía sentimientos encontrados sobre el diseño que eligió aquel fatídico día de 1981. Es revelador que antes de su boda no lo llevara con frecuencia. En The Diana Chronicles, Tina Brown incluye un relato de Lady Mountbatten en el que cuenta que se reunió con Carlos y Diana para almorzar en Broadlands y pidió ver ‘el anillo’: ‘Diana dijo que estaba en su bolso, en el salón’, contó Mountbatten al periodista y ex parlamentario Gyles Brandreth. ‘‘Carlos, ve a buscarlo’, le dijo. Y él lo hizo’.
Afortunadamente, la actual Princesa de Gales está totalmente enamorada tanto del anillo como de su marido, y la pareja compartió una fotografía inédita de ellos en Norfolk en honor de su 12 aniversario. Con la coronación del Rey Carlos a la vuelta de la esquina, se esperan muchas más muestras de solidaridad por parte del bando de Gales en los próximos días.
