El príncipe Harry y Meghan Markle después de la polémica que protagonizaron en los últimos meses con el estreno de su documental y el libro de memorias “Spare”, siguen generando conversación pues en las últimas horas se dio a conocer que decidieron bautizar en secreto a su hija menor Lilibet Diana, en su mansión de Montecito, California.
A dicha reunión no acudieron el rey carlos III, la reina consorte Camilla, el príncipe William y Kate Middleton lo que hace aún más evidente el distanciamiento de Harry con la familia real, aparentemente provocado por las últimas declaraciones que hizo no solo en su libro sino en las diversas entrevistas que realizó para promocionarlo.
Y aunque ha trascendido que uno de los motivos por los que no acudieron fue porque no estuvieron invitados, la realidad es que la ausencia de la familia real se debió más a un tema de agendas, algo que Harry y Meghan estaban enterados.
De acuerdo con la información de Daily Mail, la verdadera razón por la que la familia real no asistió al bautizo de la pequeña Lilibet Diana, cuyo nombre está inspirado en la reina Isabel II y Lady Di, fue porque en las últimas semanas han tenido un sinfín de compromisos por cumplir.
Y es que un boletín informativo de la Casa Real compartió el itinerario del rey Carlos III y compañía tuvieron en la semana del 25 de febrero al 3 de marzo con lo que habrían comprobado el supuesto desaire que hicieron a Harry y Meghan.
¿Cómo fue el bautizo de Lilibet Diana?
La ceremonia se llevó a cabo el pasado viernes 3 de marzo en la mansión de los duques de Sussex, ubicada en Montecito, California. Fue una reunión íntima de entre 20 y 30 amigos, incluidos Tyler Perry, el multimillonario estadounidense que ayudó a Harry y a Meghan cuando salieron de Londres en el 2020 y en agradecimiento lo eligieron con el padrino de su hija.
Expertos aseguran que la decisión de los duques de Sussex por bautizar a su hija en secreto es una jugada más para demostrarle al mundo que la relación con ellos está rota y que todo lo que han dicho es verdad.
"Si realmente querían construir puentes y comenzar un proceso de curación, ¿por qué no vinieron con sus hijos un par de semanas antes de la Coronación y tuvieron el bautizo en ese momento? Hubiera sido la excusa perfecta para iniciar el proceso de reconciliación", exclamó el autor real Phil Dampier.
Con esta nueva situación de tensión generada por Harry y Meghan se desconoce si en mayo próximo viajarán a la ceremonia de coronación del rey Carlos III ahora que se sabe que han sido invitados de manera formal una semana después de ser informados sobre su desalojo de Frogmore Cottage