El fin de semana, y de manera muy discreta, el príncipe Harry y Meghan Markle celebraron el bautizo de su hija Lilibet. La pequeña de 21 meses de vida fue cristianada el pasado viernes en una pequeña e íntima ceremonia.
El evento se realizó en Montecito, California, y estuvo a cargo del reverendo John Taylor. Así lo confirmó un vocero de los duques de Sussex, quien dijo a People que "la princesa Lilibet Diana fue bautizada el viernes 3 de marzo por el arzobispo de Los Ángeles". A la ceremonia habría asistido entre 20 y 30 personas.
Entre los invitados destacaron la madre de Meghan Markle, Doria Ragland, el padrino de la hija del príncipe Harry, Tyler Perry, y una madrina cuya identidad se desconoce, expuso el mismo medio. Durante la jornada, un coro de gospel, que trajo el padrino, interpretó "Oh Happy Day" y "This Little Light of Mine", esta última sonó también en el matrimonio de los duques de Sussex.
La Familia Real declinó la invitación al bautizo de Lilibet
El bautizó de Lilibet se realizó un día antes de que el príncipe Harry conversara con el doctor especialista en trauma Gabor Maté. en esta conversación, el duque de Sussex habló de su rolo como padre y cómo haberse tratado la falta de afecto físico de parte del rey Carlos III y la reina Isabel lo ha ayudado en la crianza de sus hijos.
Una relación que suma un nuevo capítulo, ya que según una fuente, la Familia Real fue invitada a la ceremonia celebrada el viernes. Pese a ello, el monarca, la reina consorte Camilla, el príncipe William y Kate Middleton no asistieron al bautizo de la pequeña. De esta manera, una posible reunión tendría lugar a principios de mayo, si es que el príncipe Harry y Meghan Markle deciden aceptar la invitación de ser parte de la ceremonia de coronación del rey Carlos III.
"No revelaremos una decisión inmediata sobre si el duque y la duquesa asistirán en este momento", dijo el vocero de los duques de Sussex, tras confirmar que habían recibido un correo convidándolos al evento.