El rey Felipe y la reina Letizia son una de las parejas reales más herméticas de toda Europa, pues han establecido una estricta política para proteger al máximo su vida privada desde el inicio de su relación y después su matrimonio, que también se ha aplicado a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
La experta en realeza Pilar Eyre habló sobre la historia de amor de la pareja, que está a punto de cumplir su 19 aniversario de bodas, el próximo 22 de mayo. En su blog de “Lecturas”, contó que fue Kitín Muñoz el nexo de unión entre Felipe y Letizia. Al parecer, fue él quien se la presentó a su amigo y hubo un flechazo, eso sí, solo "por parte de él".
Eyre aseguró que la periodista se lo puso muy difícil, algo que no hizo más que incrementar el deseo del por entonces Príncipe de Asturias. "Ella se resistía, y esto al príncipe, que siempre lo había tenido muy fácil con las mujeres, lo volvió loco", recuerda la escritora.
Pero no fue lo único que la enamoró, Letizia siempre fue una mujer con carácter que no se ha dejado amedrentar ante nada ni nadie. Le encantaba que fuera "respondona, descarada, que supiera de todo, que no se callara nunca, y ese lenguaje popular tan distinto del que utilizaba su entorno, una endogamia de amigos pijos que se conocían desde la cuna".
A eso se sumó que Letizia Ortiz siempre fue una mujer muy trabajadora, y siempre se esforzó por ser la mejor. "Que trabajara para ganarse la vida también le causaba admiración", aseguró la bloguera.
Los sacrificios de la reina Letizia por amor
Aunque después de dos décadas, Letizia se convirtió en una de las reinas con mayor prestigio, pero para ello tuvo que hacer una serie de sacrificios, entre ellos abandonar su profesión de periodista, por la que se esforzó tanto.
"Tuvo que dejar su profesión y se trasladó a vivir a la sombría casa del príncipe, donde estuvo meses recibiendo clases de Protocolo, Historia, Inglés, Religión, sin poder intervenir en los preparativos de su propia boda ni de su existencia futura", dijo Pilar Eyre.
Aunque era nueva en todo eso, Letizia quería formar parte del que iba a ser uno de los días más importantes de su boda. "Haga listas, señora", le decía el equipo de Zarzuela. "Siempre iba con un cuadernito en el que apuntaba todo, hasta que Felipe se lo hizo destruir para que no cayera en manos ajenas. Cuando quemó esa especie de diario en la chimenea del palacio, quizás se dio cuenta también de que quemaba su pasado para empezar una nueva vida. Una nueva vida que ahora cumple veinte años", finalizó.
