Los problemas se acumulan en la casa real española con los escándalos del rey emérito Juan Carlos I, la separación de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín o los líos de Froilán. A esos desagradables temas se une uno que tiene que ver con la princesa Leonor, que este 2023 enfrenta un año decisivo en su camino para convertirse en reina de España.
Tal y como señala la Constitución, la futura reina dejará de ser competencia de sus padres cuando cumpla 18 años. A partir de entonces, el gobierno tomará el control sobre buena parte de la vida de la joven, algo que ya ocurrió, luego que se anunciara los pasos que seguirá en su educación.
Aunque la hoja de ruta ya quedó definida para Leonor, al parecer en el Palacio de la Zarzuela hubo momentos de mucha tensión entre la reina Letizia y el rey Felipe. Según la experta en realeza Pilar Eyre los reyes tuvieron una discusión muy fuerte que incluyó gritos y portazos, pues a Letizia no le parece que el futuro de su hija lo defina alguien más.
Diferencia de opiniones sobre el futuro de la princesa Leonor
Como futura reina de España, la princesa Leonor tiene que seguir una educación marcial y al menos durante los siguientes tres años vivirá en cuarteles militares de Zaragoza, Pontevedra y Murcia. Algo que a Letizia no le gustaba en absoluto, porque no quiere que nadie decida por su hija y mucho menos para seguir una formación militar.
Ahora, Pilar Eyre reveló cuál es la postura de la princesa ante esta situación. La hermana de la infanta Sofía no quiere someterse a esta educación. Y la periodista pone en duda que la princesa sea capaz de aguantar tal formación y deslizó el riesgo de que caiga en una fuerte depresión.
“El Ministerio de Defensa se ha apresurado a manifestar que los estudios de Leonor serán más exigentes que los de su padre y de su abuelo, lo que todavía ha preocupado más a Letizia. La carrera castrense, dura y sacrificada, es tan digna como cualquier otra… si se elige libremente. Pero si es impuesta, como en este caso, puede resultar insoportable, recordemos que el príncipe Eduardo de Inglaterra tuvo que dejar el ejército a los 22 años aquejado de depresión severa. Es fácil pronosticar que las tensiones entre el matrimonio no van a desaparecer”, dijo la experta.