Dos años después de ser acusado de violación, abuso físico y fantasías de "canibalismo", Armie Hammer habló sobre el trauma de su pasado que, según él, marcó la pauta de su comportamiento sexual.
El actor de "Call Me By Your Name" confesó que cuando solo tenía 13 años, un pastor de jóvenes abusó de él, lo que lo llevó a tener sentimientos sesgados sobre su necesidad de dominación sexual.
"Estaba impotente en la situación. No tenía agencia en la situación", explicó en una larga entrevista en AirMail. "La sexualidad me fue presentada de una manera aterradora en la que no tenía control. Mis intereses luego fueron: quiero tener el control de la situación, sexualmente".
Hammer también admitió que esos sentimientos lo llevaron a "usar" mujeres más jóvenes para sentirse mejor, y señaló que había un claro "desequilibrio de poder" en sus enredos románticos.
"Yo era un actor exitoso en ese momento", agregó. "Podrían haber estado felices de estar conmigo y habrían dicho que sí a cosas que tal vez no habrían dicho que sí por su cuenta".
Confesando que su vida fue "muy intensa y extrema", la estrella de las redes sociales detalló cómo "recogía" a mujeres más jóvenes para un "torbellino de viajes, sexo, drogas y grandes emociones" hasta que decidió que "había terminado" con ellas. En ese momento, rápidamente "pasaría a la siguiente mujer", dejándolas sintiéndose completamente "abandonadas o usadas" por la dura experiencia.
Sin embargo, dejó en claro que si bien había sido emocionalmente cruel, las interacciones sexuales en estas relaciones fueron consensuadas y discutidas con anticipación.
"Estoy aquí para reconocer mis errores, asumir la responsabilidad por el hecho de que fui un idiota, que fui egoísta", continuó. "Y [yo] traté a las personas peor de lo que deberían haber sido tratadas".
Las acusaciones contra Armie Hammer
Aunque, según los informes, Hammer había estado en este patrón durante algún tiempo, su vida dio un vuelco cuando una mujer, conocida solo como "Effie" o "House of Effie", lo acusó de violarla brutalmente. Varias otras mujeres se presentaron con acusaciones de comportamiento extraño y abuso emocional, lo que provocó una amplia reacción pública e investigaciones.
Tras las acusaciones, el ex esposo de Elizabeth Chambers, huyó a su propiedad en las Islas Caimán para escapar de los rumores y el drama.