El príncipe William y Kate Middleton han estado juntos desde hace más de una década, siempre complementándose, divirtiéndose y trabajando en conjunto para los asuntos que quieren apoyar, uno de ellos es la salud mental. Aparecieron muy sonrientes en una visita al Centro de Rehabilitación Brunawel al sur de Gales, en medio de los rumores de separación por infidelidad.
Hace algunos años se había dicho que el príncipe William le había sido infiel a Kate Middleton con una mujer muy cercana a ellos; hace unas semanas revivió el rumor asegurando que el hijo del Rey Carlos III seguía engañando a su esposa. No hay pruebas, ni una fotografía mínimamente confirmando el rumor, un mensaje o algo que nos diga que es cierto, pero a pesar de eso, las redes sociales y medios de comunicación han dedicado varias horas a hablar del tema y señalar al heredero al trono británico.
Nueva aparición del príncipe William y Kate Middleton
Sin embargo, tal parece que a la pareja los tiene sin cuidado pues los vimos juntos y con una gran sonrisa en su visita al Centro de Rehabilitación Bynawel que ayuda a personas que luchan contra la adicción al alcohol y las drogas. El objetivo de los príncipes de Gales es hablar abiertamente sobre la salud mental y profundizar en la confianza y el respeto a través de su fundación para crear jardines terapéuticos y huertos que ayuden al bienestar de las personas.
Las imágenes que vemos distan mucho de la situación que supuestamente los príncipes estaban viviendo. Kate Middleton con una gran sonrisa como suele presentarse ante el pueblo, el príncipe William cercano y amable, ambos además con una buena complicidad y llenos de estilismo.
Kate Middleton se volvió a vestir de blanco y negro, los expertos empiezan a creer que quiere decir algo a través de sus prendas como lo hacía su suegra Lady Di. Eligió una falda corte midi que combinó en un look perfecto para las bajas temperaturas, un suéter de cuello alto acompañado de un abrigo del mismo color, guantes negros y botas altas del mismo color.
Por otro lado, el príncipe William vistió un traje azul con camisa, corbata y abrigo que combinó con zapatos café obscuro. Ambos usaron un narciso amarillo en la solapa como símbolo del próximo día de San David el primero de marzo en honor al santo de Gales.