El sueño de muchas mujeres es conocer a un príncipe y poder vivir una vida de ensueño entre castillos, joyas y cenas lujosas, pero pertenecer a la realeza también implica cumplir con un sinfín de protocolos y reglas, por eso es que muchas veces esos matrimonios fracasan o suelen convertirse en una tortura, como le estaría pasando a Kate Middleton, quien por órdenes de Camila deberá de restringirse, aunque le cueste acostumbrarse.
Es verdad que pocas personas que no pertenecen a la realeza logran convertirse en parte de alguna familia real y los que ya lo son ya están acostumbrados, pues resulta que desde muy jóvenes llevan una educación diferente, ya que van más enfocados a ser reyes, pero de aquellos que adquirieron el título al casarse como le ocurrió a Kate Middleton, quien llevaba una vida común hasta que se convirtió en la princesa de Gales y tuvo que renunciar a ciertas cosas si quería formar parte de la realeza.
Las reglas que le impuso la reina consorte, Camila a Kate Middleton
Una de las primeras reglas que decir de cumplir es no permitir que la llamen por un seudónimo, deben llamarla por su nombre de Pila, Catalina y no Kate Middleton, por más que la quieran llamar así, solamente le está permitido referirse a ella por su título su alteza real Duquesa de Gales o por su nombre completo Catalina.
Otra de las estrictas normas es que están prohibidos los juegos de mesa, solamente son aceptados el Monopoly. En el año 2008, el príncipe Andrew declaró que ese juego quedaba terminantemente prohibido para la familia real, de manera que, si Kate Maddleton era aficionada a otros entretenimientos, tendrá que adaptarse a este o enseñarles a sus hijos el único juego en el que pueden entretenerse.
Por otra parte, otra regla que Kate Middleton tiene prohibido hacer es entablar conversación con personas ajenas al palacio, sin entrevistas ni declaraciones que pudieran dejar ver algo sobre su personalidad.
Kate Middleton jamás podrá postularse como candidata a un cargo público. La realeza tiene la obligación de mantenerse distante ante la política, de manera que, al convertirse en parte de la realeza, también perdió el derecho a votar. Además, también tiene derecho de indagar en las redes sociales, pero por razones de seguridad, ningún miembro de la familia real tiene permitido tener cuentas personales.