Shakira una vez más se colocó en el centro de la polémica, luego de que en San Valentín, publicada un video en sus redes sociales en donde aparece trapeando y cantando una melodía de SZA, que llamó la atención de todos por la letra de ese tema.
Luego de ocho meses de que anunciaran su ruptura, la expareja sigue acaparando los titulares debido a las indirectas que ha lanzado la colombiana a través de su música, donde se involucra a Clara Chía Martí, la nueva pareja del exfutbolista del FC Barcelona.
Ahora el polémico video que lanzó Shakira cantando la canción que habla de querer matar a su ex, fue de inmediato analizado por la especialista en lenguaje corporal y grafóloga Maryfer Centeno.
A través de sus redes sociales, la experta dijo que la postura de Shakira es de poder y con este clip quiso reafirmar una vez más que ella es quien tiene la sartén por el mango. "El mensaje que mandó…los tacones representan poder. Tenemos una Shakira que sabe que manda. Los movimientos de cadera hacen verla más atractiva para el cuerpo humano", comentó.
Asimismo, apuntó que en esta indirecta a Gerard Piqué se descubrió que no sabe trapear, pero también que también le gusta tener la posición de poder en la intimidad. “En la indirecta muy directa a Piqué descubrimos que no está acostumbrada a trapear. El tacón alto también simboliza el delicioso, es decir manda hasta en el delicioso”, mencionó.
En cuanto a la risa que esboza al final del clip la intérprete de “Te Felicito” es una clara señal de sarcasmo. “El color negro es símbolo de autoridad. Se ríe de la situación que sin duda es sarcástica”, finalizó.
Piqué y Clara Chía reaccionan al video de Shakira
La prensa quiso conocer las impresiones que les dejó al exfutbolista español y a la joven de 23 años la nueva “indirecta” de Shakira, así que se dirigió esta mañana a las inmediaciones del departamento que comparten en Barcelona para preguntarles sus impresiones.
En las imágenes captadas por Europa Press se ve a la pareja a su salida del estacionamiento del inmueble a bordo de su auto. Ella portaba unas gafas oscuras, el cabello recogido y un abrigo color negro; mientras que él lucía una chaqueta casual en color gris. Ambos se les vio poco sonrientes y distantes al interior del vehículo, pues no intercambiaron palabra alguna. En cuanto Piqué vio las cámaras de los reporteros, aceleró su auto y evitó a la prensa.