Britney Spears recurrió a las redes sociales para hacer frente a la información que circuló en los últimos días sobre el plan que está ideando su familia con ayuda de su esposo, Sam Asghari, para resolver una vez más sus problemas de salud mental.
"Me enferma del estómago que incluso sea legal que la gente invente historias de que casi muero... ¡Quiero decir, en algún momento ya es suficiente!", inició el extenso mensaje compartido a sus más de 41 millones de seguidores de Instagram.
La cantante negó que esté atravesando por una fuerte crisis como la ocurrida en el 2007, que la llevó a ser sometida por 13 años a la tutela de su padre, por lo que pidió dejar de especular sobre su estado de salud solo por lo que postea en redes.
"Probablemente voy a tener que dejar de publicar en Instagram porque aunque disfruto haciéndolo, ¡¡¡obviamente hay mucha gente que no me desea lo mejor!!! Honestamente, no estoy sorprendido en absoluto... ¡Otra vez haciendo lo mejor que puedo! De nuevo, la conservación ha terminado durante casi un año... No amigos, no es 2007... ¡¡¡Es 2023 y estoy haciendo mi primera lasaña casera en casa!!! ¡¡¡Finalmente conseguí mi chimenea para trabajar en mi sala de estar!!! Como mi maridito lo dice mejor: ¡¡¡no creas todo lo que lees!!!", concluyó.
Esta semana trascendió la información sobre la supuesta crisis de Britney Spears que había llevado a su familia y a su esposo a realizar una nueva intervención de aproximadamente dos meses. Según TMZ la cantante sería llevada a vivir a una mansión en Los Ángeles en donde un grupo de profesionales médicos estarían al pendiente de su salud.
Y es que el círculo más cercano a la “princesa del pop” estaría muy preocupado por su salud, ya que en los últimos meses había dejado de tomar sus medicamentos autorizados para consumir otros de libre uso, generando un desequilibrio en su salud mental.