Uno de los temas más delicados en los que se visto envuelta la familia real británica es el del escándalo en el que se vio envuelto el caído en desgracia príncipe Andrew. Virginia Giuffre lo acusó de agresión sexual cuando ella era menor de edad y presentó el caso en una corte estadounidense.
Para evitar el juicio, Andrew, de 62 años, quien negó los cargos, decidió pagar una suma multimillonaria a Virginia, evitando así que se le enjuiciara.
Ningún miembro de la familia real se había pronunciado al respecto. Hasta ahora que el príncipe Harry abordó públicamente el caso en sus memorias, que se publican el próximo 10 de enero. Aunque lo hizo tangencialmente, describió como "escándalo vergonzoso" el caso que involucraba al hermano del rey Carlos.
Harry hizo los comentarios en sus memorias mientras reflexionaba sobre la pérdida de su protección policial. Dice que Meghan le preguntó si pensaba que perderían a su equipo de seguridad. Le aseguró a su esposa que eso no sucedería por lo que le había pasado a su madre y "no por la estela de mi tío Andrés", agregó en la edición en español de "Spare", titulada "En la sombra".
Se refirió al “escándalo vergonzoso” que rodeaba a su tío, quien había sido “acusado de agresión sexual a una joven”. Pero nadie había sugerido que Andrew debería perder su equipo de protección, dice Harry.
Sin embargo, los Sussex perdieron a sus oficiales de protección financiados por los contribuyentes británicos en 2020 después de retirarse como miembros de la familia real y mudarse a Estados Unidos.