A cuatro meses de la ceremonia de coronación del rey Carlos III y su esposa la reina consorte Camilla, continúa la incógnita sobre si el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle deben ser invitados o no, después de la publicación del polémico libro "Spare".
Al respecto, Daily Mail informó que en las últimas horas, el monarca inglés le ha pedido al Arzobispo de Canterbury que hable con sus hijos, los príncipes William y Harry, para que lleguen a un acuerdo y ambos puedan estar presentes en la Abadía de Westminster el día de la coronación.
Y es que según el medio, el rey Carlos III considera que es más peligroso que Harry no asista a la ceremonia a que sí lo haga, es por ello que ha iniciado una importante labor para que todos los involucrados den el visto bueno a la visita de su hijo.
Sin embargo, el más renuente a aceptar los deseos de su padre, es el príncipe William, pues teme que su hermano Harry utilice su visita a Reino Unido para llamar la atención con declaraciones o actos poco favorables.
El medio expone que en caso de que el príncipe de Gales apruebe la visita de los duques de Sussex solicitará que se les exija seguir un un estricto protocolo de comportamiento con el fin de evitar “sorpresas”.
"La familia está dividida, y todo indica que a Harry se le está aconsejando que no acepte nada en esta etapa y que 'haga el resto' hasta el último minuto, lo que dificulta mucho las negociaciones con él", explicó una fuente al medio.
El informante considera que para que el príncipe Harry acepte ir a la ceremonia podría exigir a la realeza que se le respeten sus títulos y se le otorgue un asiento de alto perfil en la Abadía.
"Si bien podría decidir en algún momento descartar sus títulos por su propia voluntad, se opone a la idea de ser despojado de ellos por la fuerza. Le molesta ser agrupado junto con Andrew en la mente del público como los dos 'príncipes problemáticos', cuando considera que las circunstancias son totalmente diferentes", concluyó el informante.