Hablar de Pamela Anderson es recordar a una de las actrices que marcaron una época participando de la serie "Baywatch" en la década del noventa.
La modelo y 14 veces portada de revista Playboy era todo sex symbol con su icónico traje de baño rojo, mientras corría por la playa cumpliendo sus labores de salvavidas junto a Mitch Buchannon, a cargo de David Hasselhoff. En la producción, Pamela Anderson daba vida CJ Parker y enamoró a un sinnúmero de fanáticos de todo el mundo.
En plena cuenta regresiva para estrenar su documental "Pamela, a love story" y sus memorias, el próximo 31 de enero, la actriz ha estado conversando con los medios de comunicación, soltando algunas historias desconocidas y dejando declaraciones sorprendentes como el único hombre que la trató con absoluto respeto.
El regreso a los medios de la protagonista de "Barb Wire" (1996) ha traído a la memoria el icónico traje de baño rojo que usaban las salvavidas en "Baywatch". Fue el The New York Times, hace algunos años, el que revisó la historia de esta recordada prenda con distintos testimonios. Fue ahí donde Pamela Anderson, quien está soltera, tras cinco intentos fallidos de matrimonio, contó que todavía se pone el traje de baño de la serie. Y no solo eso, también lo usa como arma de seducción con los hombre que ha salido.
"Me meto a la ducha con el traje de baño y luego salto empapada sobre ellos donde sea que estén en la casa", reveló la mujer de 55 años.
Un trato muy distinto al que le da Carmen Electra, otra de las que se lució como salvavidas en la serie. La actriz contó que par ella es una reliquia y que lo tiene enmarcado en su casa. "Cuando la gente viene a la casa, realmente se emocionan. Tiene este efecto en las personas. Era algo empoderante", expuso.
El paso de Pamela Anderson por "Baywatch"
Pamela Anderson fue parte de "Baywatch" entre los años 1992 y 1997. En su documental que se estrenará en Netflix, el que produjo uno de sus hijos con Tommy Lee, recordó su época corriendo por la playa.
“No sé si era una buena actriz, no sabía lo que estaba haciendo. El director nos decía: 'Hagamos como si fuera real. ¡Acción!'. Si una escena no funcionaba, decían, 'Más gaviotas', y alguien tiraba galletas", cuenta en "Pamela, a love story".