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Reina Letizia: Diplomático le hace tremendo desplante y esta fue su reacción

El Palacio Real de Madrid fue testigo de un momento incómodo protagonizado este miércoles, por la reina Letizia y Hassan Ghashghavi, el embajador de la República Islámica de Irán. Como cada año los reyes de España ofrecieron una recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en ese país, compuesto por un total de 126 embajadas, casi 800 consulados, 153 de carrera y más de 600 honorarios.

Al mediodía, los invitados comenzaron a desfilar para saludar a los monarcas españoles. Uno de los primeros en acceder a la estancia donde se encontraban Felipe VI y Letizia fue el diplomático iraní que reside como embajador en España desde 2019.

Tras ser presentado, Ghashghavi entró, caminó a paso firme hacia los soberanos, estrechó la mano del rey Felipe VI, pero en el instante en que le tocaba saludar a la reina, no le dio la mano y en su lugar se llevó la mano al pecho.

Ante lo sucedido, Letizia mantuvo la mirada puesta en el diplomático hasta que el embajador abandonó la sala, cuando ella giró la cabeza para dar la bienvenida a la siguiente persona: la embajadora de la República de Croacia.

Ésta no es la primera vez que Letizia enfrenta saludos incómodos, pues en 2019, se encontró en la misma situación durante la recepción a las autoridades que participaron en la Cumbre del Clima celebrada en Madrid. En esa ocasión, el delegado de Irán tampoco estrechó la mano de la reina y, además de llevarse una mano al pecho, también inclinó la cabeza en señal de respeto.

¿Por qué le hizo tremendo desplante a la reina?

El momento fue uno de los más comentados en la prensa internacional, sin embargo, tiene una explicación. Y es que desde el triunfo de la revolución islámica de 1979 en Irán, los hombres no pueden dar la mano a las mujeres en público, motivo por el que Ghashghavi evitó el saludo protocolario a doña Letizia.

Tras ser presentado, Ghashghavi entra, camina con paso firme hacia los soberanos, estrecha la mano del rey Felipe VI (54) y, en el instante en que le toca saludar a la Reina, se lleva la mano al pecho, pero pasa de largo. Letizia, consciente de la situación mantiene la mirada hasta que el embajador abandonó la sala, cuando ella gira la cabeza para dar la bienvenida a la siguiente persona: la embajadora de la República de Croacia.

El gesto de llevarse la mano derecha al corazón, que para ellos es la mano del honor, ante una mujer se convirtió en el gesto que hacen sus diplomáticos en actos públicos.

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