Luego de que la princesa Eugenia anunciara a través de sus redes sociales que se convertirá en madre por segunda vez, a dos años del nacimiento de su primer hijo, se han despertado las alertas sobre su estado de salud debido a una condición física que padece desde niña y podría estropear su labor de parto.
Y es que la hija del príncipe Andrew y Sarah Ferguson desde muy pequeña fue diagnosticada con escoliosis, un padecimiento que afecta a la columna vertebral, mismo que la llevó a la edad de 12 años a ser sometida a una cirugía de ocho horas para corregir el daño.
Desde entonces le fueron colocadas dos varillas de titanio de ocho pulgadas en cada lado de su espalda; y dos más en la parte superior de su cuello.
Es por ello que la salud de la princesa Eugenia podría estar en peligro al momento de dar a luz, ya que el procedimiento al que se sometió de niña dificulta la correcta aplicación de la anestesia epidural, necesaria para una labor de parto.
Al parecer la posición de las varillas impide que los médicos coloquen la aguja en la columna vertebral de manera adecuada. Es por eso que antes de cualquier intervención se deben evaluar otros procedimientos quirúrgicos para no poner en riesgo la salud de la princesa Eugenia ni de su hijo.
Por el momento se desconoce el sexo del bebé que espera la princesa y su esposo Jack Brooksbank, quien al nacer ocupará el sitio 13 en la línea de sucesión al trono.