Por primera vez en sus vacaciones de verano, la familia real se dejó ver junto con la reina Sofía y su amiga Irene de Grecia, inseparable de la emérita, en una salida a cenar en un exclusivo restaurante de Palma de Mallorca.
Los reyes Felipe y Letizia comenzaron a despedirse de sus vacaciones españolas con una cena en Mia, el nuevo restaurante de Guillermo Cabot, propietario de Ola de Mar, probablemente el local que más veces han visitado los reyes durante sus vacaciones en las islas Baleares.
Los reyes Felipe y Letizia advirtieron que solo se pararían cinco minutos ante los fotógrafos al salir del restaurante, para que la reina emérita Sofía e Irene de Grecia pudieran llegar a Marivent lo antes posible, pues la familia real terminó su cena a la media noche.
Aprovechando la presencia de la reina emérita Sofía e Irene de Gracia, se sumaron dos invitados sorpresa: el matrimonio formado por Tatiana Radziwill, prima de la emérita, y el doctor Fruchaud. Son los acompañantes habituales del madre del rey Felipe cuando se encuentra en la isla.
Pero lo que más llamó la atención fue el intercambio de miradas de amor entre la reina Letizia y el rey Felipe a su salida del restaurante. Después acompañaron a sus invitados a abordar sus respectivos autos y despedirse de ellos.
La reina emérita Sofía tampoco caminó sola hasta el automóvil, pues la princesa Leonor y la infanta Sofía la sujetaron de ambos brazos, bajo la mirada atenta del rey Felipe.
La visita de la reina Letizia y sus hija a una granja
La reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía visitaron por sorpresa en Palma las instalaciones de la Granja Escuela Jovent, un recinto donde se organizan actividades y campamentos medioambientales y culturales para niños y jóvenes, algunos de ellos con discapacidad.
La esposa del rey Felipe y sus hijas protagonizaron momentos y anécdotas, así como gestos de gran cercanía y espontaneidad, que el centro compartió en sus redes sociales, pues la visita no estaba anunciada en la agenda de la Casa Real.
