Las nuevas responsabilidades que tendrá la princesa Leonor tras alcanzar la mayoría de edad con la corona serán mucho mayores, por lo que su madre, la reina Letizia quiere se ocupa de enseñarle todo lo necesario para convertirla en futura reina, porque ella misma es la prueba viviente que ser reina se hace.
De acuerdo con El Nacional, la reina Letizia enfoca todos sus esfuerzos para que su hija mayor sea una copia de ella, sin embargo, su hija se niega rotundamente a seguir una de las obsesiones de su madre.
La reina Letizia tiene que entender que ella asumirá el cargo en una época distinta con personas que tendrán otra mentalidad, por lo que deberá adaptarse a los nuevos tiempos y no apostar por el lado más clásico.
Y es que a Letizia se le ve como una mujer fría y calculadora, demasiado controladora, tal como se ve en el estilo de vestir de Leonor, quien se le ha visto usar prendas de su madre o del mismo estilo, lo que le ha valido muchas críticas tanto de expertos en moda como de los ciudadanos.
Pues en varias ocasiones, ha quedado de manifiesto que los vestidos que elige no le sientan del todo bien y en algunas ocasiones no se le ve cómoda, lo que ha evitado que los ciudadanos españoles empaticen más con la princesa Leonor, pues no muestra su verdadera identidad.
La obsesión de la reina Letizia
A la reina Letizia le encanta lucir una piel bronceada, pues se ve mucho más atractiva hasta el punto en que se ha convertido en una obsesión. De acuerdo con la prensa española, siempre que tiene un rato libre, la reina sale a la piscina de la Zarzuela a tomar el sol, incluso en invierno.
Sin embargo a la princesa Leonor no le agrada para nada que su piel tenga color e incluso se niega a seguir esos pasos de su madre. Ella mantiene su piel blanca durante todo el año, incluso cuando se van de vacaciones en verano.
