La princesa Charlene de Mónaco participó en la entrega de los premios Nymphes D’Or en la clausura de la edición 62 del Festival de Televisión de Montecarlo. Una cita en la que coincidió con el actor Josh Duhamel, haciendo que su imagen juntos en el Fórum Grimaldi se viralizara de inmediato. Para la ocasión eligió un imponente vestido y vistosas joyas, pero lo que más dio de qué hablar es que en todo momento lució una expresión mucho más feliz.
Se sabe que la esposa del príncipe Alberto es considerada una de las royals más sofisticadas y a pesar de que nos tiene acostumbrados a looks bastante sobrios, no escatima en gastos para lucir espectacular demostrando que menos es más.
Esta vez, la sudafricana estrenó un imponente vestido azul noche con acabado metalizado. Un modelo sin mangas con cuerpo ajustado, favorecedor escote esmoquin y voluminosa falda en forma de A con un corte frontal de la firma Akris, una de sus marcas favoritas.
Las llamativas joyas de la princesa Charlene
Aunque la sobriedad es el sello característico en la mayoría de los looks de la princesa Charlene, en esta ocasión, que marcó su retorno a las alfombras rojas, recurrió a un truco que elevó su estilismo: las joyas.
Entre las grandes piezas de joyería que lució, destaca la gargantilla con forma de babero triangular que mezcla piedras de color amarillo y diamantes. A juego, también lució unos largos pendientes, así como un brazalete.
El motivo de la ausencia de Alberto de Mónaco
Aunque fue espectacular el regreso de Charlene a una red carpet, llamó la atención que a este acto asistiera sin el príncipe Alberto, quien es es presidente de honor del festival, pero hay una razón de peso que justificó su ausencia.
El soberano viajó a Nueva York en compañía de su hermana Estefanía y su sobrina Camille con motivo de la celebración de la reunión de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, algo en lo que toda la familia Grimaldi está muy comprometida. Así que esta cita coincidió con el 30 aniversario del ingreso de Mónaco en la ONU.