Una nueva polémica rodea a la princesa Charlene de Mónaco. Y es que luego de dejar atrás los rumores de separación con el príncipe Alberto, ahora está bajo la lupa por no reaccionar a ningún gesto de cariño de su esposo y en general de tener una actitud seria la mayor parte del tiempo en sus apariciones públicas.
Aunque es una de las royals europeas más sofisticadas, la esposa de Alberto de Mónaco ha dado de qué hablar por su excesiva seriedad y frialdad, tanto que en la prensa la han calificado como “la princesa con el rostro de piedra”.
A pesar de que superó la etapa en la que sus problemas de salud, complicados con una pandemia de por medio, la obligaron a estar más de medio año alejada de los suyos en Sudáfrica, Charlène de Mónaco no deja de estar bajo sospecha por sus ausencias intermitentes de la vida oficial, unidas a los constantes rumores sobre una supuesta crisis matrimonial, que no cesan de perseguirla.
Charlene se conecta a su pasado como atleta
Pero tal parece que, hay actividades que la hacen completamente feliz y le logran arrancar una sonrisa. Mientras que en los actos en Mónaco se le ve con una imagen tensa, recientemente la esposa del soberano monegasco visitó Córcega, donde participó en un acto en solitario en el que mostró una actitud totalmente diferente.
La princesa fue a Córcega a la tercera edición de los “Water Safety Days” organizados en Calvi por la Fundación Princesa Charlene de Mónaco. Un total de 79 niños de las clases de CM2 de la escuela Calvi Loviconi participaron en los talleres de salvamento marítimo, impartidos por Pierre Frolla y Kevin Crovetto, embajadores de la fundación.
Charlene que, en el pasado fue nadadora profesional, disfrutó mucho de la jornada y se le vio en todo momento muy sonriente. Una imagen diferente a la que proyecta cuando está en el Principado y que tiene que ver, quizás, con mantener contacto con su pasado como deportista, al que tuvo que renunciar cuando entró a formar parte de la Familia Grimaldi.
Al tratarse de un acto que tiene que ver con el deporte, a la princesa se le vio muy sonriente y participativa, en los talleres que combinaron teoría y práctica en temas como rescate de alambre costero, rescate de boya de tubo, tablas de nipper, palos musicales, prevención de ahogamientos y RCP.