Celebridades

El desaire príncipe Harry y Meghan Markle al rey Carlos

El príncipe Harry y Meghan Markle habrían rechazado el lujoso regalo que el rey Carlos quería enviarle a su nieta Lilibet en el día de su cumpleaños.

El rey Carlos tiene un gran afecto por todos sus nietos, incluidos los príncipes Archie y Lilibet, con quienes tiene poco contacto, pues viven en California, Estados Unidos con sus padres, el príncipe Harry y Meghan Markle.

Recientemente, la princesa Lilibet cumplió dos años y por ese motivo, el rey quería enviarle un regalo, que más allá del costo, tenía un significado especial y quería que fuera algo para ella y que pudiera usar.

Harry y Meghan Markle rechazan regalo de cumpleaños para Lilibet

Se trataba de una casita de muñecas. Según New Idea, las fuentes informaron que el rey Carlos “ha hecho que sus ayudantes busquen una casa de cubículos hecha a medida, similar a la que tenían la reina y la princesa Margarita cuando eran niñas. Ella lo recordará para siempre, será la sorpresa definitiva”.

Sin embargo, tanto el príncipe Harry y Meghan Markle rechazaron este regalo de Carlos III para Lilibet, decisión que se tomó realmente mal. Y es que actualmente, el príncipe Harry y su padre tienen varias diferencias, sobre todo, luego del lanzamiento del documental “Harry & Meghan” y el libro “Spare”.

Pese a toda la controversia que se ha vivido, el rey Carlos III no ha tenido problemas en querer ser generoso con su nieta, pero lo que creía que era el regalo perfecto, para el príncipe Harry y Meghan Markle no lo fue así, e incluso lo habrían considerado “extravagante”.

No se sabe si esto vino en parte por las motivaciones del príncipe de mantenerse alejado de la familia real. También se intuye que Meghan Markle también influyó en esta decisión y convenció al príncipe Harry de no aceptar este regalo.

Lo que no se sabe aún es cómo reaccionó el rey Carlos III con lo que le dijo su hijo menor, aunque algunos medios opinan que le cayó muy mal la decisión y otros dicen que el rey habría hecho caso y se encargó de conseguir un regalo mucho más modesto.

Al final, el rey Carlos III se habría quedado con las ganas de regalarle una casa a medida a su nieta Lilibet.

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