El príncipe de Gales, que en noviembre cumplirá 74 años, deberá elegir el nombre bajo el que quiere gobernar. Carlos, se dice, es un nombre de mal agüero en la tradición británica: Carlos I fue ejecutado, mientras Carlos II se convirtió al catolicismo, así que es bastante probable que el hijo mayor de la reina Isabel, quien falleció pacíficamente según el comunicado oficial, elija otro.
Su esposa, Camilla Parker, de acuerdo con lo dicho por la propia reina Isabel en febrero pasado, seguramente adoptará el título de reina consorte aun y cuando no ha optado por el de princesa de Gales.
Lo más probable es que la reina sea velada como reina de Escocia: con una capilla ardiente en el palacio de Holyrood, en Edimburgo, y un funeral de Estado en la catedral de San Gil. Al terminar, se activaría la Operación Unicornio para llevarla a Londres, donde se le rendirá un nuevo homenaje, y posteriormente será enterrada en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, a donde también se trasladará el cuerpo de su esposo.
El Consejo de Ascensión
Inmediatamente después de la muerte de un monarca británico, se convoca, se estima que en un plazo de 24 horas, un Consejo de Ascensión, que se reúne en el palacio de Saint James, la más tradicional de las residencias de la familia real en Londres.
El Consejo de Ascensión lo preside el Lord Presidente del Consejo de Estado, en este caso la recién nombrada Penny Mordaunt, líder del gobierno en la Cámara de los Comunes. El consejo se forma por más de un centenar de personas, entre los que están, entre otros, el primer ministro, los ministros de Economía, Exteriores y del Interior, el alcalde de Londres y los altos comisarios (embajadores) de los 14 países que tienen como monarca al rey de Inglaterra, aparte del Reino Unido.
Una vez certificado el fallecimiento del monarca, explica un artículo de El país, se celebra la segunda parte del Consejo de Ascensión, que es en la práctica el primer Consejo de Estado.
El Consejo de Estado está formado por 719 miembros, casi todos políticos, altos cargos de la Iglesia Anglicana y juristas de prestigio. En esta sesión, el rey jura mantener la profesión de fe protestante, como manda la Ley de Establecimiento de 1701. La proclamación es después leída, primero en el balcón de Saint James, luego en la Torre de Londres, en Edimburgo, Cardiff y Belfast (capitales de Escocia, Gales e Irlanda del Norte) y en las capitales de los países que tienen como rey al de Inglaterra.
Todo esto se produciría dentro del periodo de luto nacional de 12 días, por lo que no habría celebraciones oficiales. Sin embargo, ya para entonces habrán empezado los preparativos para la coronación del nuevo monarca, que puede producirse meses después de su ascenso al trono.