Han pasado seis años desde que Angelina Jolie y Brad Pitt iniciaron su divorcio, mismo que sigue en proceso y que en los últimos meses ha dado mucho de qué hablar, pues recientemente se dio a conocer que la actriz interpuso una nueva demanda contra el padre de sus hijos debido a que este se habría apoderado del control de la bodega que ambos poseían y que adquirieron cuando eran pareja.
El que en su día fue uno de los matrimonios más admirados de Hollywood continúa en los tribunales una guerra que no cesa, no solo por la custodia de sus hijos, sino por los bienes que tienen en común.
Tal parece que la expareja sigue luchando con uñas y dientes por el Cháteau Miraval, el castillo francés en el que se casaron en agosto de 2014.
Recordemos que Angelina Jolie y Brad Pitt estuvieron juntos durante doce años, hasta que en el 2016 solicitaron el divorcio, proceso judicial que después de seis años continúa abierto.
La nueva demanda
Angelina solicitó la compensación de 250 millones de euros por daños, ya que según comenta Brad Pitt dilapidó millones de dólares relacionados con la bodega.
La bodega en cuestión se llama Chateau Miraval y fue adquirida en el año 2008, tiene más de 500 hectáreas y fue la localización donde celebraron su boda en el año 2014, además ambos al comparten al 50 por ciento.
En su día, el Chateau Miraval fue comprado por varios millones de dólares y, tras varias reformas, consta de 35 dormitorios, spa, jacuzzi, gimnasios y un viñedo de 30 hectáreas cuyas vides están destinadas a la producción de vino rosado. La bodega ingresa en torno a 50 millones de dólares al año.
“Una cláusula de silencio” a Angelina Jolie
En la demanda que fue interpuesta el martes 6 de septiembre se detalla que Pitt trató de usar la gran participación financiera de Jolie en la bodega para obligarla a firmar una "cláusula de silencio" que impediría que hablara sobre las circunstancias que llevaron a su divorcio.
Y en la misma añade que Pitt derrochó millones de dinero de la compañía en proyectos sin ninguna justificación comercial, como una piscina que le costó un millón de euros, la construcción de una sola escalera en el castillo, que se reconstruyó hasta en cuatro ocasiones después de que el actor no estuviera satisfecho con los primeros tres intentos, y se gastó varios millones en la reconstrucción de muros de piedra con albañiles de Croacia.
Los documentos alegan que todos estos fondos se gastaron a pesar de la objeción de Jolie.
En cuanto a la venta, "aunque Jolie no estaba obligada a vender a Brad Pitt, se ofreció a venderle su participación y negoció con él durante meses. Casi llegando a un acuerdo", se detalla en la demanda.
"Pitt sabía que gran parte de la riqueza y la liquidez de Jolie estaban ligadas a [su participación en la bodega] y usó ese hecho para tratar de obligar a Jolie a aceptar sus términos irrazonables", continua.