Como regalo de bodas la reina Isabel II dio a Meghan Markle y al príncipe Harry Frogmore Cottage para que iniciaran su vida en familia. Sin embargo, la duquesa de Sussex supuestamente pidió vivir en el Castillo de Windsor para sentirse como una princesa, pero no se lo permitieron.
De acuerdo con el experto en realeza, Kinsey Schofield, los celos de Meghan Markle por compararse con Kate Middleton habrían sido lo que detonó la guerra entre los Sussex y el resto de la Familia Real. Debido a que a la actriz de "Suits" y al príncipe Harry los mandaron a vivir a una casa en los terrenos del Castillo de Windsor y a los príncipes de Gales les dieron el Palacio de Kensington.
"Una parte de mí se pregunta si Meghan constantemente evalúa lo que tienen el príncipe William y Kate con lo que a ella le ofrecieron y si eso fue lo que inicialmente instigó a querer el Castillo de Windsor", confesó Schofield. "Es bastante claro que Meghan quiere ser vista como una princesa y una princesa necesita un castillo", agregó.
Kinsey Schofield señaló que la residencia que le dieron a los duques de Sussex no significaba solo "más privacidad para lo recién casados", sino también para la reina Isabel II. "El Castillo de Windsor siempre fue un escape sagrado para la reina Isabel y con base en la cantidad de drama que los Sussex habían causado en tan poco tiempo, no creo que la reina los quisiera cerca", señaló.
"Además, el príncipe Harry y Meghan parecían resentidos por las responsabilidades reales y la atención que conlleva. ¿Habrían podido tolerar la cantidad de turistas que pasan regularmente por los terrenos del Castillo de Windsor? ¿O ese tipo de atención habría resultado una carga?", terminó por preguntarse el experto en realeza.