La relación de la familia real con el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle se volvió tensa, luego que los duques de Sussex dejaran sus deberes reales y se cambiaran su residencia a California, Estados Unidos, así como la controvertida entrevista que concedieron a Oprah Winfrey.
Pese a todo el revuelo mediático que significó su separación de la realeza y sus declaraciones, la reina Isabel siempre tuvo una relación especial con su nieto, a quien "adoró hasta el final, y Harry la adoró a ella", aseguró el historiador Robert Hardman.
El autor de "Queen of Our Times: The Life of Elizabeth II" dijo que la monarca de 96 años "se convirtió en uno de los conductos entre Windsor y California, y uno de sus mayores deseos habría sido que la familia arreglara las cosas".
La exsecretaria privada adjunta de la reina, Samantha Cohen, dijo a People que la familia real "parecía cansada" en medio de su dolor por su matriarca y la comprensión de lo que sucederá en los próximos días, pues el duelo real apenas comienza. "La realidad de la vida sin la Reina comienza ahora", comentó.
Dos días después de la muerte de la reina Isabel a los 96 años, Harry y Meghan se unieron al príncipe William y Kate Middleton para dar un paseo por el Castillo de Windsor, para saludar a los espectadores y recibir las flores y otros tributos dejados para la difunta monarca, una acción que, según, expertos reales resultó incómoda para ambas parejas, pero que trataron de superar por la reina.
