El príncipe Harry por desgracia no llegó a ver a su abuela, la reina Isabel II, en los últimos minutos de su vida ya que se enteró de su estado de salud y de su fallecimiento debido a los informes de los medios de comunicación.
Una fuente del palacio reveló que nadie de la familia real, ni ningún cortesano, llamó al duque de Sussex para informarle sobre la muerte del monarca, lo cual averiguó por medio de los medios cuando su avión aterrizó en Balmoral.
La tensión y la agonía quedaron grabadas en el rostro de Harry mientras lo llevaban a Balmoral, la residencia escocesa de la reina, horas después de que ella falleciera el 8 de septiembre.
Después del primer desairé hecho por la familia real, el duque de Sussex viajó a reunirse a Inglaterra con su esposa, Meghan Markle y durante los siguientes 10 días, hubo algunos desaires al matrimonio pero también el rey Carlos III y el príncipe William hicieron esfuerzos para romper la tensión entre la familia real y los duques.
Gayle King, amiga de Meghan Markle confesó que: "Ha habido esfuerzos de ambos lados... para arreglar esto. "Las familias grandes siempre pasan por dramas, siempre pasan por turbulencias. Queda por verse: ¿se acercarán o se separarán?", comentó la fuente.
Y es que se ha dicho que desde la separación de Meghan Markle y el príncipe Harry de sus deberes reales, la familia se ha sentido ofendida con algunas fuertes revelaciones que ha hecho la actriz en entrevistas y en su podcast en Spotify. Ahora que el duque de Sussex está próximo a estrenar sus memorias, es evidente que los miembros de la realeza inglesa se sientas preocupados.
Tras el funeral de la Reina Isabel II, Harry y Markle regresaron a su casa en Montecito, California, para reunirse con sus hijos, Archie, de 3 años, y Lilibet, de 1. Una fuente le dijo a Page Six: "Creo que así aparecieron Harry y Meghan en los últimos días muestra que solo esperaban hacer lo correcto para todos".