Se prevé que unos dos mil invitados, entre jefes de Estado, miembros de casas reales y representantes de gobierno, asistan al funeral de Estado en honor a la reina Isabel que se llevará a cabo el lunes 19 de septiembre en la abadía de Westminster.
Como en cualquier evento exclusivo, solo se permitirá la asistencia de un representante por Estado invitado, según lo estableció la Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo (FCDO), que hizo llegar a las embajadas de los países invitados el protocolo oficial sobre el evento.
La ceremonia tendrá lugar a las 11 de la mañana hora de Londres (5 de la mañana en México y Colombia, 7 de la mañana en Argentina y Chile, 3 de la mañana en Los Ángeles). La ceremonia concluirá con dos minutos de silencio que se celebrarán de manera conjunta en todo el país. La monarca será enterrada junto a su marido, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, en el castillo de Windsor.
¿Cuál es el protocolo a seguir?
Aunque seguramente los jefes de Estado y miembros de la realeza utilicen los autos oficiales de sus gobiernos para sus traslados en Londres, estos están prohibidos para llegar a la abadía de Westminster, donde reposan los restos de la reina Isabel.
Desde un lugar al oeste de Londres, deberán abordar alguno de los autobuses dispuestos para su traslado, que serán escoltados por la guardia real.
De acuerdo con el protocolo, el rey Carlos III ofrecerá una recepción para todos los líderes extranjeros en el Palacio de Buckingham la noche del domingo 18 de septiembre.
Los jefes de Estado podrán asistir al funeral de la reina y firmar el libro de condolencias en Lancaster House. Podrán rendir homenaje a la reina pero solo tienen un máximo de tres minutos. Estos momentos se grabarán para los medios de comunicación.
Además, está prohibido exhibir banderas de cualquier país en los aeropuertos para la llegada o salida de los representantes de Estado.
Después del funeral, los líderes extranjeros serán escoltados a pie hasta Dean's Yard para asistir a una recepción ofrecida por el secretario de Relaciones Exteriores, James Cleverly.
Después de los actos protocolarios, los líderes regresarán en el autobús al oeste de Londres para recoger sus autos.