Los guardias reales mantienen una guardia permanente alrededor del ataúd de la reina Isabel, que yace en Westminster Hall. Ahí se han acercado miles de personas a presentar sus respetos.
La televisión británica mantiene una transmisión en vivo continua, la cual tuvo que suspenderse el 14 de septiembre cuando uno de los guardias se desplomó durante su turno.
En las imágenes se ve al hombre, que vestía un uniforme negro, comenzó a tambalearse mientras hacía su guardia en una de las posiciones frontales en el catafalco.
Retomó su posición para casi inmediatamente después acabar por desplomarse. Guardias cercanos, no aquellos que hacían la guardia, corrieron a auxiliar a su compañero.
Y aunque mantienen la vigilancia del féretro de la reina Isabel, quien falleció el pasado 8 de septiembre, las 24 horas del días, se hacen cambios de turno cada 20 minutos.