Si hay alguien que se le ha visto muy afectada por la muerte de la reina Isabel es su hermana, la princesa Anne. La mujer de 72 años no se ha distanciado del ataúd de la fallecida monarca y ha seguido el coche fúnebre desde su salida de Balmoral, realizando viajes de hasta seis horas, como ocurrió el pasado domingo.
Este martes, la Princesa Real acompañó el cofre hasta el aeropuerto de Edimburgo, tras asistir con su esposo, el Vicealmirante Sir Tim Laurence, a un servicio en la Catedral de St Giles.
Con el arribo del cortejo fúnebre al Palacio de Buckingham, la princesa Anne rompió su silencio y compartió emotivas palabras en honor a su hermana. Un comunicado en el que confirmó que pasó con la monarca sus último día de vida.
"Tuve la suerte de compartir las últimas 24 horas de la vida de mi querida Madre. Ha sido un honor y un privilegio acompañarla en sus últimos viajes. Ser testigo del amor y el respeto mostrado por tantos en estos viajes ha sido a la vez humillante y edificante", escribió.
La princesa Anne destacó que "todos compartiremos recuerdos únicos" y que "ofrezco mi agradecimiento a todos y cada uno de los que comparten nuestro sentimiento de pérdida".
"Es posible que se nos haya recordado cuánto de su presencia y contribución a nuestra identidad nacional dábamos por sentado. También estoy muy agradecida por el apoyo y la comprensión ofrecidas a mi querido hermano Charles al aceptar las responsabilidades adicionales de Monarca", agregó la Princesa Real, quien sentenció: "A mi madre, la Reina, gracias".
La princesa Anne es la segunda hija y la única hija de la difunta reina y su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, quien murió en abril de 2021, a los 99 años.
