La reina Isabel II siempre destacaba en los eventos donde se presentaba por sus looks coloridos, que no pasan desapercibidos para nadie, además de que su estilo era muy concreto cuando acudía a los actos públicos.
Según medios internacionales, la soberana, quien estuvo por 70 años al frente de la corona, vestía con colores llamativos para destacar en todos los eventos a los que acudía para que sus súbditos en todo momento supieran dónde se encontraba situada en durante los recorridos.
Aunque el motivo principal por el que la reina Isabel II eligiera colores estridentes para vestir sería para que los guardias reales que la acompañaban siempre pudiesen identificarla con facilidad y poder protegerla de cualquier posible peligro, sin embargo con el tiempo esto se hizo su sello de distinción.
Además de que sus looks no solo eran en colores llamativos sino que también las telas que seleccionaba eran materiales que no se arrugaban con facilidad, ello con el fin de mantenerse impecable durante toda la jornada. Estos outfits eran complementados con sus sombreros de ala ancha que iban en el mismo tono de su vestimenta.
Con el paso de los años su particular forma de vestir se convirtió en una de las señas de identidad que han dado la vuelta al mundo y que todos recordaran.