La reina Isabel II será enterrada en un ataúd hecho de roble inglés, además cuatro objetos que han acompañado al monarca a lo largo de su vida serán colocados sobre él. Fue fabricado por la empresa Henry Smith hace 30 años a juego con el ataúd en el que descansan los restos de su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo.
La muerte de reina Isabel en el Castillo de Balmoral activó la "Operación Unicornio", que comenzó con una serie de rituales en diferentes catedrales de Escocia antes de que el féretro se traslade a Londres. Es por ello, que los preparativos del último adiós a la monarca más longeva del Reino Unido durarán 10 días. La ceremonia se celebrará en la Abadía de Westminster, donde se reunirán la familia real británica y los jefes de Estado de varios países para decir adiós a la monarca.
Previo a su funeral, el cuerpo de la reina será trasladado desde el Palacio de Buckingham en el carruaje State Gun Carriage de la Royal Navy, escoltado por un desfile militar y los miembros de la Familia Real. Durante el servicio en la mítica iglesia, el féretro reposará sobre una plataforma elevada, conocida como catafalco, desde donde será custodiado por los soldados de la Casa Real. La reina descansará en la bóveda real de la capilla de San Jorge.
Según la tradición, sobre él se colocarán cuatro objetos que han acompañado a la reina Isabel a lo largo de su vida: el estandarte del monarca británico, la corona imperial, el orbe del soberano y el cetro de la cruz.

El Estandarte
El estandarte real británico es la bandera personal de monarca británico en Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y fuera del país como jefe de Estado del Reino Unido. La bandera, que representa a la soberana y a Reino Unido, está dividida en cuatro cuadrantes en los que figuran los blasones de Inglaterra: tres leones dorados que representan a Inglaterra, un león rojo por Escocia y un arpa real de Tara sobre un fondo azul por Irlanda.
La Corona Estatal Imperial
Con más de dos mil 800 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y cuatro rubíes, la Corona del Estado Imperial es otro de los símbolos que ha marcado su reinado y que también estarán presentes en su funeral. Este objeto fue empleado por la monarca al salir de la Abadía de Westminster después de su coronación y también ha la usó en otros grandes actos públicos.
Entre las joyas preciosas que lleva la corona destaca el rubí del príncipe negro. En realidad no es negro ni es un rubí, sino una espinela, roja sin cortar, propiedad de la familia real británica desde 1367. Es una de las espinelas sin tallar más grandes del mundo, pues tiene un peso aproximado de 170 quilates, y tiene una longitud de casi cinco centímetros. El rubí se ubica justo encima de la Estrella Menor de África, o Cullinan II, uno de los diamantes pulidos más grandes del mundo.
Asimismo, en la parte superior, la corona lleva el Zafiro de San Eduardo, nombrado así en honor al rey Eduardo El Confesor, que colocó la gema en su anillo alrededor de 1042. El zafiro desapareció en el gobierno de Oliver Cromwell, pero fue localizado y en el reinado de Victoria la piedra se colocó en la corona imperial. La corona está valuada en 4.5 millones de dólares.

El Cetro de la Cruz
El Cetro de la Cruz también estará presente en la ceremonia fúnebre de Isabel II. Este objeto real, creado en 1661, incorpora el diamante Cullinan I, conocido como la Gran Estrella de África, que es el segundo diamante más grande del mundo después del Golden Jubilee. Al igual que la Corona, este cetro también estuvo presente en la ceremonia de coronación de la reina Isabel.

Orbe del Soberano
El último de los objetos que estará presente en el funeral de la reina será el Orbe del Soberano. Se trata de una esfera hueca de oro que data de 1661, adornada con piedras preciosas, así como una cruz de joyas que simboliza el papel del monarca como “defensora de la fe”, uno de sus títulos.
