Carlos III se convirtió oficialmente en el nuevo rey de Inglaterra durante un acto de proclamación encabezado por el Consejo de Ascensión, que se llevó a cabo dos días después de la muerte de su madre, la reina Isabel II.
Esta ceremonia pasará a la historia no solo porque el rey Carlos III sucede a su madre a los 73 años, convirtiendo así a su esposa Camilla Parker-Bowles en reina consorte y a su hijo, William y su nuera Kate Middleton, en los príncipes de Gales, sino también porque se trata de la primera ocasión en que un acto de este tipo es televisado.
En la mañana se llevó a cabo el acto protocolario, diseñado para que la transición de poder sea lo más tersa posible, sin embargo, durante la firma de proclamación, Carlos III, el nuevo rey protagonizó un momento de tensión.
Tras su discurso, el rey Carlos III se disponía a tomar asiento para firmar cómodamente los documentos. El monarca sostenía los papeles en la mano, y parece que no sabía muy bien en qué lugar colocarlos, así que se pidió ayuda a su hijo William, que no dudó en acercarse y ayudar a su padre para sostenerlos por él.
Pero los problemas para Carlos III no terminaron ahí, pues sobre el escritorio había dos documentos más, un tintero y un estuche de plumas, que pusieron en aprietos al nuevo monarca del Reino Unido.
El heredero al trono cargó de tinta su pluma, retiró el tintero y plasmó su firma en el primer documento. Después, al tratar de acercar la otra hoja donde debía firmar, se topó con otra caja de plumas que estaba sobre el escritorio. Al notar que le estorbaba, volteó y miró con enfado a uno de sus ayudantes para que lo retirara de inmediato. Las imágenes del momento han dado la vuelta al mundo.