El príncipe Andrew, a quien se le retiraron todas sus obligaciones reales y títulos militares luego del multimillonario pago que hizo a Virginia Giuffre para evitar ir a juicio por agresión sexual en Estados Unidos, se enfrascó en "intensas conversaciones" con la reina Isabel al respecto de su futuro.
El príncipe caído en desgracia pasó varios días a solas con su madre durante el descanso veraniego de la monarca en la propiedad de Balmoral, en Escocia, donde fue el primer visitante de la reina Isabel al principio de su estancia.
El duque de York, de 62 años, ya había intentado que su madre le devolviera los títulos retirados, pero la reina de 96 años rechazó la propuesta a principios de este verano.
De acuerdo con información compartida por The Sunday Times, un amigo de Andrew dijo: “Es un hombre de 62 años y sabe que no puede pasar el resto de sus días sentado en Royal Lodge en Windsor, paseando a sus perros y montando a caballo".
La fuente citada por el medio británico añadió: "Está pensando en lo que puede hacer. Ha tenido conversaciones con la reina sobre lo que puede hacer con su vida. Pero también hay discusiones familiares más amplias".
Otra fuente a la que aludió el mismo medio comentó: "Él sabe que decepcionó mucho a su madre, pero no ha sido condenado por ningún delito. Quiere intentar establecer una ruta de regreso.
"Espera que la reina pueda influir en el príncipe Carlos y el príncipe William, quienes no ven vuelta atrás para él. Quería unos días a solas con su madre para hablar de su futuro".
Andrew pasó tres días con la Reina en Balmoral este mes, y luego sus hijas y sus familias, el príncipe Eduardo, su esposa Sophie y sus dos hijos, y el príncipe Carlos y Camilla se les unieron en Escocia.