El príncipe Andrés, hijo favorito de la Reina Isabel, se casó en 1986 con la polémica Sarah Ferguson, mejor conocida como "Fergie" en una ceremonia excéntrica como solo la Familia Real sabe hacer; sin embargo, su matrimonio se vio envuelto en polémicas desde el inicio pues a los ingleses no les encantaba la imagen de Ferguson como parte de la Corona y por la marina, el nuevo Duque de York tenía que viajar mucho y dejar a su esposa sola en casa. Sucedió lo inevitable, le fue infiel y el mundo se enteró de la forma más intensa.
Por allá de 1992 un gran escándalo azotaba nuevamente a la Familia Real de Gran Bretaña. La siempre tranquila y elegante Reina Isabel tenía constantes preocupaciones por las polémicas que protagonizaban sus hijos. Venían de la infidelidad del príncipe Carlos con Camilla Parker y ahora se revelaba que le habían sido infiel al príncipe Andrés.
Se dio a conocer públicamente que Sarah Ferguson mantenía una relación secreta con John Bryan, un hombre de negocios estadounidense que trabajaba como el asesor financiero de la esposa de Andrés. Salieron a la luz unas comprometedoras fotografías donde se ve que John está chupando los pies de la entonces Duquesa de York mientras ella estaba tomando libremente el sol en topless durante sus vacaciones en St. Tropez.
Todos los medios de comunicación tenían en primera plana la noticia. El escritor real Richard Kay contó que horas antes que fueran publicadas, la princesa Diana quien era amiga de "Fergie", le envió un mensaje que decía "La pelirroja está en problemas".
Por supuesto que la Reina Isabel II estaba furiosa y con la fuerte personalidad que la caracteriza le pidió a Ferguson que abandonara su propiedad escocesa y regresara a Londres pues en ese momento se había presentado con todo el descaro acompañada de sus dos hijas a una reunión familiar con los Windsor antes de que saliera la noticia.
El príncipe Andrés y Sarah se divorciaron oficialmente en 1996 luego de varios años separados y tiempo después reveló que le avergüenza mucho lo que hizo. "Recuerdo haber visto las fotos y decir "oh, no, Sarah". Fue entonces cuando Caroline, mi amiga de toda la vida, me dijo "Ahora necesitas ayuda". Todos los días trato de averiguar por qué hice lo que hice", mencionó Fergie en una entrevista mucho después del escándalo.
John Bryan, el hombre protagonista de la polémica, tenía 37 años cuando se tomaron las fotografías. Hizo un esfuerzo por intentar frenar su publicación pero fue en vano. Para 1996, cuando la pareja real se divorció, John se declaró en bancarrota después de no pagar decenas de miles de dólares a los acreedores. Hasta el año 2005 contrajo matrimonio con la modelo y músico Astrid Nuyens pero le fue infiel y se separaron en el 2013.
La relación de Sarah Ferguson con la Familia Real por supuesto que quedó fracturada aunque años después la Reina Isabel II la perdonó y pudo convivir con ella; sin embargo, el príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, jamás pudo volverla a ver cerca de él.