El polémico libro "Revenge: Meghan, Harry and the war between the Windsors", ha estado revelando detalles de la compleja relación que tienen los duques de Sussex y la familia Real, particularmente de Meghan Markle. De acuerdo con la publicación de Tom Bower, Meghan todavía vivía con su entonces novio, el chef Corey Vitiello, cuando tuvo su primera cita con el príncipe Harry.
En 2016, la entonces actriz de "Suits" de USA Network puso en marcha un plan para hacerse amiga de un grupo de personas adineradas y británicos conectados con la realeza. Entre ellos estaba la amiga de la infancia del príncipe Harry, Violet von Westenholz, quien trabajaba como publicista de la marca de lujo Ralph Lauren; Meghan había sido contratada para usar la ropa del diseñador durante el torneo de tenis de Wimbledon en el verano de 2016.
De acuerdo con Bower, en una conversación con Westenholz en Wimbledon, Meghan persuadió al "alma sensible" von Westenholz para que le organizara una cita a ciegas con el príncipe. "Sus problemas eran familiares para todos los actores solteros desconocidos de treinta y tantos años: miedo a la soledad e inseguridad personal y financiera. Como era de esperar, Meghan estaba preocupada por su propia seguridad financiera y por encontrar un marido", escribió Tom Bower. Antes de hacer concertar la cita, afirma el libro, von Westenholz le envió a Harry fotos de la actriz.
El padre de Von Westenholz, Piers, es decorador de interiores y anticuario y además es amigo de la esposa del príncipe Carlos, Camilla Parker-Bowles; cuando eran niños Violet jugaba con el príncipe William y el príncipe Harry durante las visitas de fin de semana a la finca de Hertfordshire de los von Westenholze.
Aunque Bower escribe que el romance de dos años de Meghan con Vitiello, un chef de Toronto, estaba en sus últimos momentos cuando conoció a Harry, aún compartían un hogar juntos.
El libro también afirma que, dos semanas después de su primera cita el 1 de julio de 2016, “Harry voló en secreto a Toronto. Se quedó cerca de una semana en la casa de una amiga de Meghan, probablemente Jessica Mulroney. Con Cory aún compartiendo la casa (de Meghan), la situación de Meghan era complicada pero manejable”.
"Al final de la semana, después de que él regresara a Londres, Meghan estaba convencida de que su hechizo estaba lanzado y la relación con Harry estaría sellada. Le dijo a Cory que su relación había terminado", añadió Bower. Según el libro, Vitiello "se sintió aliviado. Los últimos meses habían sido desagradables".