El ascenso al trono del príncipe Carlos es un tema que ronda en la Familia Real de manera tacita. La recuperación de la reina Isabel, tras quedar debilitada físicamente producto del Covid-19, y la celebración de su Jubileo de Plata aún fresca, la discusión sobre quién tomará la posta de Su Majestad no es prioridad.
Pero ya hay algunas preocupaciones que empiezan a hacerse públicas, como el temor de las princesas Beatriz y Eugenia ante un posible ascenso al trono del príncipe Carlos. Per también hay preocupación por la historia asociada al nombre Carlos en reyes anteriores.
Antes de que el duque de Edimburgo se convierta en rey, hubieron dos Carlos anteriores como monarcas. Ambos tenían dudosa reputación, por lo que se ha puesto en duda si el hijo de la reina Isabel use su nombre al usar la corona. Si uno revisa la historia, Carlos I fue derrocado por Oliver Cromwell tras la victoria del Parlamento sobre la Corona en la Guerra Civil Inglesa en 1645.
Este rey, quien creía fuertemente que había sido designado por Dios, por lo que no sentía responsable ante el Parlamento, fue juzgado por traición, declarado culpable y decapitado frente al Palacio de Whitehall en 1649.
Por esta razón, Inglaterra vivió un momento histórico que nunca más se ha repetido: estuvieron sin un rey por casi once años. En ese período gobernó el mencionado Oliver Cromwell, bajo el cargo de Lord Protector, mismo rol que tuvo su hijo, Richard.
En 1960, el hijo homónimo de Carlos I fue traído de vuelta del exilio y la monarquía fue restaurada en un evento conocido como "La Restauración". Pese a esto, Carlos II fue un polémico rey, con una vida privada cuestionada y acusado de tener muchas amantes.
Ante tal tradición, convertirse en el rey Carlos III podría ser un problema para el padre de Harry y William, cuyo nombre completo es Charles Philip Arthur George. Por ello, cuando ascienda como monarca, podría llamarse rey George.