La hija de Pepe Aguilar, Ángela Aguilar es considerada como una de las artistas más importantes del regional mexicano de la actualidad debido a su talento, muestra de ellos es su fama en las redes sociales y sus llenos totales en sus presentaciones, pero ¿qué es lo que a la joven de 18 años no le puede faltar en su camerino para tenerla feliz? A continuación, te lo contamos.
Cabe señalar que es tanto el amor que le tienen sus fans que siempre están pendiente de saber más detalles sobre la vida privada de la cantante de 18 años.
Recientemente Ángela Aguilar dio una entrevista pare el podcast "Cheleando con las estrellas" en donde reveló cuáles son sus exigencias en cada show para sentirse bien en su camerino: "Yo siempre he tenido el mismo rider, que es básicamente lo que pides para tu camerino: siempre pido agua caliente, limón, miel, Maruchan y pepinos. Eso es lo que pido".
"Lo más chistoso es que voy a premios y eso es lo que pido; no es como que digas: 'Va a unos premios, va a pedir caviar'. No, Maruchan en todos lados", sumó Ángela al respecto.
Ángela Aguilar de 18 años aseguró: "los artistas entran a mi camerino, se burlan de mí, pero al final del día todos se comen una Maruchan. Entonces, no sé quién está ganando aquí, si ellos y yo".
La hija de Pepe Aguilar también confesó que en su día a día le gusta hacer yoga y meditar, pero no podría poner una dieta porque la rompería.
Por otro lado, reveló cómo hace para tener los pies en la tierra, a pesar de la fama: "Hay artistas jóvenes que están haciendo cosas de más adultos porque desde niños han estado actuando como adultos, con eso yo me identificó muchísimo. (…) Hay artistas que a lo mejor se ven muy jóvenes, pero han vivido una vida de adulto durante mucho tiempo, y eso te hace madurar y te hace tomar decisiones que a lo mejor se ven precipitadas. Yo este año cumplo 10 años de hacer mi primer disco y tengo 18".
Ángela Aguilar concluyó que sus padres son claves para que se mantenga centrada: "Tengo a Pepe Aguilar y a Aneliz deteniéndome, jalándome al piso… Sin mis papás yo no sé dónde estaría; sin mi gente, sin mi entorno, si la compañía, sin mi psicóloga, yo no sé qué estaría pasando en mi vida. Pero gracias a Dios siento que tengo los pies en la tierra".