La princesa Charlene ha intensificado las actividades en su agenda pública y en esta ocasión deslumbró con su asistencia a una de las galas más esperadas y prestigiosas del Principado: la gala de la Cruz Roja, celebrada al aire libre en la plaza del Casino Montecarlo.
Aunque se ausentó del Baile de la Rosa, la ex atleta sudafricana participó en este acto que se lleva a cabo para agradecer a los benefactores el apoyo que le brindan a los más necesitados a través de la Cruz Roja.
Para esta ocasión eligió un atuendo conformado por un vestido largo azul y apareció visiblemente contenta y de la mano de su marido, Alberto de Mónaco, quien preside esta organización humanitaria mientras que ella es la vicepresidenta.

A este acto, también se sumó otro integrante de la familia Grimaldi: Camille Gottlieb, hija menor de Estefanía de Mónaco, que celebraba este fin de semana su 24 cumpleaños y que ha posado con sus tíos.
Además, por la alfombra roja pasaron celebridades como la cantante francesa Imany, la modelo Adriana Karembeu, el arquitecto de interiores Marieux Van den Broek, el ejecutivo Jim Ratcliffe y el político Éric Ciotti, entre otros.
Tras las fotos iniciales, los asistentes cenaron en las largas mesas que fueron ubicadas en Jardins des Boulingrins con manteles tropicales y adornadas con flores. La velada fue amenizada con la actuación de Alicia Keys, su tercer concierto en el principado.
Esta gala es muy tradicional en el principado, especialmente para la familia real, desde que en 1948 Rainiero III la presidió por primera vez; una década después la encabezó la princesa Grace y desde entonces poco a poco fue convirtiéndose en una de los actos más importantes de la sociedad monegasca e incluso Dior apostó por este escenario para celebrar un desfile.

Aunque su presencia en esta cita es muy importante cada año, la edición número 66 celebrada en 2014 es la más recordada ya que era una de las primeras galas a las que asistió tras conocerse que iba a convertirse en mamá por primera vez.
En esa ocasión, Charlene de Mónaco llegó al Sporting Club de Montecarlo en su quinto mes de embarazo, evitando que su silueta premamá acaparara los reflectores con un vestido largo azul de la colección de Dior, fluido y con vuelo.
Esta vez, Charlene eligió un vestido largo de raso azul hielo de Prada, ligeramente bordado con cristales en un motivo floral y complementó su atuendo con un collar Flying Butterfly de Van Cleef and Arpels.