El músico de 55 años R. Kelly fue condenado a 30 años de prisión después de ser encontrado culpable de nueve acusaciones de tráfico sexual y crimen organizado. Pero la condena no bastó y aún después de cumplirla la justicia considera que sigue existiendo la preocupación de que el entonces anciano siga siendo una amenaza, especialmente para los menores, por lo que tendrá que vivir bajo una serie de condiciones estrictas y asesoramiento.
Fue el pasado miércoles cuando la jueza Ann M. Donnelly dictó la sentencia pero también ordenó tratamiento de salud mental para el cantante tras su liberación.
Según los documentos, su tratamiento incluirá terapia para un trastorno sexual no especificado y debe evitar todo contacto con cualquier persona menor de 18 años.
La única forma en que se le permitirá estar cerca de alguien menor es si es un miembro de la familia o en un entorno terapéutico con un "adulto responsable" presente, lo mismo para asociarse con delincuentes sexuales convictos. Escenarios que deben ser aprobados previamente por su oficial de libertad condicional.
La justicia aseguró que Kelly es una gran amenaza para la sociedad, porque continuó con su conducta delictiva durante años después de ser juzgado en Chicago por delitos sexuales.
Desde 1990 existen rumores y juicios sobre sus agresiones a mujeres, muchas de ellas menores de edad. En el año 2002, la estrella de la música fue acusada de pornografía infantil, pero fue absuelto en Chicago en 2008.
Fue el movimiento "MeToo" el que ha dado impulso al proceso. Después del documental de televisión "Surviving R Kelly", los fiscales federales en Nueva York armaron una acusación finalmente justa.