Famoso por su producción de champán rosa, el viñedo Miraval, ubicado en Correns, Francia, es el nuevo motivo de pleito entre Angelina Jolie y Brad Pitt.
El bellísimo lugar de 500 hectáreas de extensión, fue el escenario de la boda de la famosa pareja de Hollywood en 2014 y también el sitio en el que solían pasar sus vacaciones.
La propiedad fue adquirida por la pareja en 2008, seis años antes de su boda a través de una asociación con enólogos. Las acciones estaban repartidas en partes iguales y entre sus acuerdos estaba que ninguno podía vender su parte sin el consentimiento del otro, sin embargo la actriz concretó la venta del lugar a Tenute del Mondo, motivo por el que Pitt decidió demandar a su ex.
De acuerdo con el equipo legal de Brad Pitt, Tenute del Mondo es una empresa filial de Grupo Stoli, que a su vez es de la propiedad y control indirecto de Yuri Shefler un multimillonario ruso que está "empeñado en tomar el control de Miraval".
¿Cómo es el viñedo?
Château Miraval se encuentra en el corazón de Provence, cuenta con una impresionante residencia rodeada por antiguos bosques, olivos, viñedos y una reserva abundante de agua. Su exuberante flora y fauna combina con el maravilloso clima de Provence y la calidad de vida mediterránea que revela un encantador oasis.
El lugar tiene mucha historia, pues se ubica al pie de Vía Aurelia, una ruta construida para facilitar la expansión romana en el Siglo III A.C.
Durante el asentamiento Céltico y la ocupación de los romanos, la propiedad fue usada como anfitriona del estilo monástico y como la casa de huésped de los miembros del tribunal francés, figurada en el registro de las casas de los nobles en el siglo XIV.
En 1970, el famoso pianista y compositor de jazz Jacques Loussier adquirió el Château Miraval, transformándolo en un estudio de grabación, el "Estudio Miraval". En el lugar han grabado grandes artistas como Pink Floyd, Sting, Sade, The Cranberries y The Gypsy King.
El lugar también fue la residencia de verano de Brad Pitt y Angelina Jolie, quienes decidieron transformarla en un lugar dedicado a las artes, música, cine, teatro, comida local y vino fino.
Los viñedos son plantados en terrazas protegidas y es cultivado de manera orgánica en su totalidad, sin usar herbicidas, pesticidas o químicos que pueden afectar la evolución de la fruta.
Todas las uvas son cuidadosamente seleccionadas y escogidas a mano cuando alcanzan la madurez deseada, lo que garantiza una selección Premium. Desde 2012, los dueños del Château Miraval tienen una alianza con la Famille Perrin para ayudar a la viticultura, la elaboración y la distribución del vino de muy alta calidad.