¿A quién le pertenece la fortuna? Una pregunta que quizás no se pueda responder, a veces llega antes o después, o tan solo son momentos fugaces repartidos a lo largo de la vida. Sin embargo, esta historia nos demuestra que hay seres humanos que parecen tener dicha fortuna durante toda su vida, una historia digna de sorpresa e incluso que puede ser un relato de humor.
El acontecimiento pasó el 22 de mayo de 2004, cuando doña Letizia y Felipe de Borbón contrajeron matrimonio en la Catedral de La Almudena delante de centenas de invitados.
Resulta que unos días antes, a un periodista de RTVE llamado Miguel Garau, se le ocurrió darle un regalo a la feliz pareja bastante particular. Quiso comprarles una lotería que coincidiera con la fecha de la boda: “la central de loterías me dijo que estaba en la administración número 13 de la plaza de Santa Catalina de Valencia", contó el periodista en su momento a Europa Press.
Miguel Garau envió a palacio veinte boletas, diez para cada uno que iban del número 22.501 hasta el 22.509: "con 10 números, tienes tres reintegros seguros, ha tocado el 22.500 y también el número de aproximación, el 22.501. Luego les ha tocado la centena a todos y otro premio de tres números finales, el 507. La cosa graciosa es que esto podía tocar y ha tocado, un segundo premio, y el día de la boda. No ha tocado el número del día de la boda, sino que ha tocado porque quise regalar todos los números del 0 al 9", explicó Garau.
La combinación que conformó el día de la boda le trajo a la recién princesa y al príncipe Felipe un premio, que aunque no fue el gordo de la lotería, sí que comenzaron su unión ganando la nada despreciable de más de 20 mil euros.
Al final, la feliz y afortunada pareja donaron el dinero a una ONG, aunque nunca se supo cuál fue la fundación afortunada.