Todos conocemos el tormentoso matrimonio que vivió Lady Di junto a el príncipe Carlos, y el doloroso divorcio que vivió que sacaría a la luz los romances extramaritales que ambos vivieron, entre ellos el de la princesa Diana de Gales y el oficial de Caballería del ejército británico, James Hewitt, quien fuera señalado como el verdadero padre del príncipe Harry.
"Lo adoré, sí, pero fui abandonada por él", reveló Lady Di en una famosa entrevista para la BBC en 1995.
Cabe señalar que este romance extramarital duró unos cinco años, por lo que los rumores sobre ser el padre verdadero del príncipe Harry habían tomado fuerza.
Es sabido que el matrimonio de Lady Di y el príncipe Carlos de Inglaterra se celebró con una increíble ceremonia a fines de julio de 1981, y que nunca fue una relación feliz. Mientras que el príncipe de Gales mantenía un romance con quien hoy es su legítima esposa, Camilla Parquer-Bowless, Diana se abandonaba también en otros brazos.
En 1985 tuvo una historia con uno de sus guardaespaldas, Barry Mannakee, a quien echaron del servicio de protección. Y un año más tarde, comenzaría su relación con Hewitt.
Durante unos cinco años, entre 1986 y 1991, el jinete del ejército británico, y también polista, y la princesa de Gales mantuvieron una relación clandestina, que se inició cuando él comenzó a dar a la princesa clases de equitación. Andrew Norton, biógrafo de la princesa que falleció en un accidente automovilístico en 1992, aseguró que Hewitt "fue muy importante para ella". "De no casarse con el príncipe Carlos, tal vez hubiese sido su esposo", añadió el especialista en Diana Spencer.
El biógrafo también aseguró que Diana de Gales se escapaba de Windsor y de su matrimonio infeliz para ver a su amante y que utilizaba el nombre de "Julia" para ocultar su verdadera identidad y para jugar a ser otra persona. Y que se encontraban de modo clandestino en una propiedad de la madre del jinete en el condado de Devon.
El romance entre ambos culminó cuando él fue enviado a Irak, durante la guerra del Golfo, en 1991, según el periódico británico Mirror, pero se separaron definitivamente cuando su romance se dio a conocer, en 1992. El matrimonio de la princesa también terminó ese año, aunque el divorcio llegó cuatro años después.
¿El padre del príncipe Harry?
Pero la relación entre la princesa y su profesor de equitación no quedó solo en esa historia de amor, sino que dejó una secuela que, desde un rumor malicioso, se convirtió en un secreto a voces en el Reino Unido. Esto era la información que decía que Hewitt podría ser el padre biológico del príncipe Harry.
Las razones de esta posible paternidad se daban en el hecho de la relación clandestina que ambos habían mantenido y también en cierto parecido físico entre el amante de la princesa de Gales y el menor de los hijos de Diana y Carlos. Especialmente, la malicia del rumor se instaló por el color de pelo de Hewit y Harry, ambos inexcusablemente pelirrojos.
Durante varios años el propio oficial de caballería negó en varios medios británicos estos señalamientos de la paternidad del príncipe Harry: "No hay posibilidad alguna de que yo sea su padre. Puedo asegurar absolutamente que no lo soy".
“Puedo entender el interés de todos, pero Harry ya estaba caminando cuando comenzó mi relación con Diana”, indicó en una entrevista de 2002
"Es cierto que su cabello rojo es similar al mío y la gente dice que nos parecemos, aunque yo nunca he fomentado estas comparaciones. Es cierto que estuve mucho tiempo con Diana, pero debo decir de una vez por todas que no soy el padre de Harry", insistió entonces el oficial de caballería, que hoy tiene 63 años y remató: "Cuando conocí a Diana, Harry era un niño pequeño".
El presente de James Hewitt: un pésimo jardinero
Tras la muerte de Lady Di, James Hewitt no tuvo un comportamiento honroso con la memoria de su examante, ya que medios británicos señalaban que él se jactaba de haber tenido esa relación con la princesa de Gales. Además, en el año 1995, el exjinete publicó el libro "Nuestro amor prohibido", sobre su historia con la mamá de Harry, un hecho por el que Diana se sintió absolutamente traicionada.
No conforme con eso, 20 años más tarde Hewitt también vendió, para hacerse de algunas libras, 64 cartas de amor que ella le había escrito y en las que se notaba, entre otras cosas, la desazón de la princesa ante el hecho de que él ya no se encontraba con ella. "Te has marchado y todo resulta tan vacío…", decía una de las misivas.
Lo último que se supo de él fue que estaba trabajando como jardinero y vivía en un departamento en Exeter con su madre, Shirley, de 92 años. Y de acuerdo con los testimonios de sus vecinos, el exjinete de la caballería británica sería “un pésimo jardinero”.