Kim Kardashian acaparó los titulares por su aparición en la MET Gala, no solo porque lució el vestido de Marilyn Monroe sino por todo el esfuerzo que puso para reducir sus medidas y utilizar esa histórica prenda con la que causó mucho revuelo.
La socialité y empresaria se sometió a un estricto régimen alimenticio y los resultados fueron positivos, pues Kim perdió mucho peso y logró entrar en el vestido de Marilyn, pero la dramática pérdida de peso no se detuvo después de quitarse el vestido.
La estrella de "The Kardashians" visitó el programa Today el martes, donde habló sobre sus esfuerzos para perder siete kilos en tan solo tres semanas para usar el icónico vestido en la MET Gala de este año.
Y es que lo que se propone Kim lo consigue. "Lo vi como un papel y realmente quería usar este vestido. Era muy importante para mi", dijo en entrevista para Savannah Guthrie y Hoda Kotb.
Kim, quien recientemente ha lucido su espectacular figura en sus redes sociales, confesó que desde aquella ocasión ha perdido más peso de lo que tenía planeado, pues hizo conciencia sobre sus hábitos alimenticios y ahora lleva una dieta saludable.
"Desde entonces, después, continué comiendo muy sano. Bajé 21 libras (unos 9 kilos) ahora. No estoy tratando de perder más peso, pero tengo más energía que nunca. Eliminé tanta azúcar, mucha comida chatarra que estaba comiendo, no me di cuenta, como muchos alimentos fritos. Y cambié por completo mi estilo de vida", reveló.
Kardashian había sido criticada por perder tanto peso en tan poco tiempo, pero le dijo a The New York Times a principios de este mes que no esperaba que los fanáticos siguieran sus pasos. "En realidad me enseñó mucho sobre mi estilo de vida y mi salud", dijo.
La empresaria también ha recibido críticas de los fans por los supuestos daños al histórico vestido de Jean Louis y por compararse con Christian Bale y Renée Zellweger por sus drásticos cambios físicos para interpretar un papel.