Hace casi dos décadas, la historia de Letizia Ortiz Rocasolano asombró al mundo, pues una plebeya, periodista y divorciada conquistó el corazón del príncipe Felipe de Asturias y lo llevó al altar.
Aunque la mayoría de los españoles vieron con buenos ojos el enlace, con el tiempo las críticas no se hicieron esperar y en su camino a la realeza estuvo bajo el máximo escrutinio público.
Aunque han pasado muchas cosas de aquel entonces, como la abdicación del rey Juan Carlos al trono a favor de su hijo Felipe, en 2014, ahora, el documental “Los Borbones: una familia real” dedicó su cuarto capítulo a Letizia Ortiz y su largo camino para ser aceptada entre los nobles para convertirse en la esposa del entonces Príncipe de Asturias.
El rey Juan Carlos no veía con buenos ojos a la periodista, a quien veía como una mujer "altiva, ambiciosa y con mucho carácter", de ahí que quisiera impedir su relación sentimental a toda costa.
En el repaso del camino que transitó a la realeza, la docuserie abordó los retoques estéticos a los que se ha sometido la reina Letizia en las últimas dos décadas: rinoplastia, bichectomía, blefaroplastia, botox, ácido hialurónico, entre otros.
Así como las fuertes críticas que enfrentó por su extrema delgadez, algo que llevó a la Casa Real a tener que desmentir que padeciera anorexia. En ese panorama, en el documental lanzan la pregunta "¿Inseguridad o empoderamiento?".
La especialista de la Casa Real, Carmen Enríquez, aseguró que "ese viacrucis estético es para contrastar la sobreexposición mediática" y es que en ese entonces, la princesa de Asturias era mirada con lupa en cada aparición pública y provocó que se escondiera tras una multitud de retoques estéticos.
Esos primeros años en el Palacio de la Zarzuela provocaron que la actual Reina perdiera esa frescura y naturalidad con la que conquistó a sus seguidores con aquel "déjame terminar" en la histórica pedida de mano.
Con el paso del tiempo, Letizia ha recuperado su lugar y poco a poco muestra su faceta más espontánea; "se ve a sí misma como la voz del pueblo en la Corona", asegura Fernando Ónega, amigo íntimo Juan Carlos.