Kim Kardashian se convirtió en una de las celebridades más halagadas de la MET Gala 2022, tras lucir un hermoso vestido ceñido que perteneció a la actriz Marilyn Monroe y que volvió icónico cuando lo usó para cantarle al presidente John F. Kennedy, en 1962.
Vestir esta lujosa prenda no fue nada fácil para la socialité de 41 años, puesto que debió bajar mínimo 7 kilos de peso en menos de tres semanas, lo que significó un gran reto.
"Fue todo un desafío. Era como prepararse para un papel de una película. Estaba decidida a encajar en él. No he comido carbohidratos ni azúcar en unas tres semanas. Tendremos una fiesta de pizzas y donuts en el hotel después de la gala", declaró Kim en su paso por la alfombra roja.
Además del estricto plan de alimentación, Kim Kardashian se ayudó de otros elementos para conseguir mejores resultados cómo utilizar trajes de sauna dos veces al día, correr todos los días y comer solo verduras y proteínas, informó Mirror.
La novia de Pete Davidson admitió que aunque no se murió de hambre sí trató de ser muy estricta con su dieta, pues sabe lo relevante de este evento.
Las declaraciones de Kim Kardashian le han valido una severa ola de críticas por promover la pérdida de peso poco saludable, además de corregir el mito de que Marilyn Monroe fue una mujer de talla grande.
La icónica pieza que usó Marilyn Monroe fue diseñada en 1962 por Jean Louis. En su momento su costo fue de mil 500 dólares. Años más tarde, el vestido fue recuperado por Ripley en la casa de subastas Julien’s Auction por un costo de 4.81 millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los más caros del mundo.
Cabe señalar que Kim Kardashian, además de usar el icónico vestido de Monroe, recibió un trozo de cabello de la actriz como un regalo de Ripley.
