La vocalista líder y guitarrista segunda del grupo colombiano Aterciopelados, Andrea Echeverri, siempre ha dado mucho de qué hablar, no solo por su talento sino por su forma única de ver la vida.
En una entrevista con el diario "El País" de España en el Claustro de San Agustín en Bogotá la cantante colombiana tuvo una interesante conversación con la periodista Catalina Oquendo, que fue titulada "No quería ser como Madonna ni como Shakira".
La artista realiza una exposición allí en honor a la conmemoración de los 40 años del Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer, en el que la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia, Andrea Echeverri Arias y el grupo Aterciopelados presentan la exposición Ovarios Calvarios.
Una acción de resistencia y un marco para hablar de sus referencias y de su música. Es por esto que le afirma a la periodista de "El País" que siempre ha reconocido en sus letras las luchas femeninas y que ahora se sabe como una precursora de un "movimiento feminista musical".
Además se entiende como una mujer que creció en otra época y que aunque no quiere hacerle un culto al cuerpo y no quiere parecerse a ninguna cantante famosa sabe que en todo caso es parte de su “estructura”.
Andrea Echeverri siempre ha tenido apuestas transgresoras y se la ha jugado por su música, por sus ideales y por su independencia. En su más reciente disco "Ruiseñora" (2012) profundiza en los ideales feministas con homenajes a las diversas facetas de la mujer colombiana dejando clara su posición y su identidad.
La cantante que alcanza los 56 años de edad le asegura a la periodista cuando le pregunta si le gusta esa mujer en el espejo y la música que construyó, a esto responde: "Las rebeldías también tienen un precio, pero sí. No sé si te das cuenta, pero las chicas me miran de una manera toda linda y yo digo: 'Bueno, no tendré mi cuenta en las Islas Caimán como todas ellas (otras cantantes famosas) pero tengo esto'.
Como mensaje final Andrea Echeverri asegura que no hay mujer que no haya tenido un evento machista en su vida: "Yo sé que estoy en un lugar súper favorecido, porque a mí me metieron la mano así (por debajo de la falda) al pasar. Pero eso fue devastador, yo recuerdo que quedé paralizada, era una niña de colegio con jardinera y pasó el man y tran, me tocó. Eso no se olvida". Y continúa afirmando: "Entonces, desde ese lugar muy privilegiado quise poner en el centro a la niña emberá, a la niña Yuliana Sambony, a todas las víctimas de violencia sexual que según los cálculos son millones en Colombia".
