El memorial del príncipe Felipe, que falleció hace un año, estuvo inundado de críticas después de que la reina apareciera del brazo de su hijo, el príncipe Andrew, en Westminster Abbey.
Sin embargo, parece que todos los comentarios de los medios han puesto triste a la reina y su staff.
“La reina y la gente a su alrededor están tristes de que todos terminaron hablando del príncipe Andrew y no del príncipe Felipe”, dijo una fuente de la realeza a la revista People.
La misma fuente agregó que hubo comentarios y desaprobaciones de la decisión de la reina de aparecer con su hijo, que fue acusado de abuso sexual y pagó millones de dólares a Virginia Giuffre, una de las víctimas de Jeffrey Epstein.
“Ella insistió. Creo que demuestra que ama y le cree a su hijo”, dijo la fuente. “Así como cuando dijo que Camilla será la nueva reina, ella espera que su pueblo acepte su palabra y su juicio”.
“Hace un poco de sentido que le haya pedido que la acompañara, ya que ninguno de los dos tiene pareja. Pagó dinero a Virginia Giuffre, pero al final no se le encontró culpable en las cortes. Ella tiene fe en Andrew. Aunque desaparezca de la vida pública, pudo hacerle un pequeño homenaje a su padre, que después de todo siempre estuvo muy orgulloso de su servicio en la marina”.